La nota era importante. La semana pasada, el que fuera vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, un católico romano de familia y formación, lanzó, por tercera ocasión, su candidatura a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata.
Algunos lectores de Aleteia reaccionaron descalificando la nota porque, decían, Biden era un pro abortista, alguien que apoya del matrimonio entre personas del mismo sexo y un gran impulsor del programa de salud conocido como el Obamacare.
También dijeron que no podría decirse que era católico porque, por esas posturas, estaba fuera de la Iglesia.
Desde luego, la nota no pretendía juzgar la práctica religiosa ni el estatus en el que se encuentra Biden con respecto a la fe que dice confesar, sino que daba a conocer la realidad: que podría llegar a ser el segundo presidente católico de Estados Unidos (el cuarto país con mayor número de católicos del mundo), tras de John F. Kennedy.
Una mirada a su pasado
Algunos datos de la biografía política de Biden pueden aportar más elementos para que los lectores de Aleteia tengan mayores recursos de juicio sobre la relación de Biden con la fe católica.
Primero que nada hay que decir que Biden y su esposa, ambos católicos, asisten normalmente a Misa dominical en la parroquia de San José, en Greenville, Estado de Delaware.
El ahora precandidato Demócrata suele llevar un Rosario en su muñeca izquierda, un regalo que su hijo menor, Hunter, le dio a su hijo mayor, el fallecido Beau Biden, después de una visita a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en Ciudad de México.
En junio de 2011 se reunió, sin agenda previa, con Benedicto XVI, quien lo recibió para hablar sobre la situación en Medio Oriente. Luego estuvo en marzo de 2013 en Roma, para la inauguración del papado de Francisco, junto con Nancy Pelosi, y la gobernadora Republicana, Susana Martínez, de Nuevo México.
En 2016 estuvo en el Vaticano para ofrecer una conferencia sobre medicina regenerativa y pronunció un discurso en Casina Pio IV del Vaticano, sede de la Academia Pontificia de las Ciencias.
Enfrentamientos
Sin embargo, Joe Biden sí que ha tenido fuertes enfrentamientos con los obispos de Estados Unidos.. En 2008, al lanzarse como vicepresidente haciendo fórmula con Barack Obama fue atacado por su por su posición en temas como el matrimonio gay y el aborto.
En esa y en otras ocasiones, Biden ha dicho que su creencia personal es que la vida humana comienza en el momento de la concepción, pero políticamente se define como pro-elección o pro-choice (a favor del aborto).
Varios obispos en su momento insistieron en que, a pesar de sus puntos de vista personales, dada su postura política pro elección, si Biden se presentaba a comulgar en su diócesis, sería rechazado.
El obispo Michael Sheridan, que supervisa la diócesis de Colorado Springs, dijo en ese entonces que Biden debería saber que sería rechazado y que él “haría todo lo posible para asegurarme de que sepa que no debería recibir la Comunión”.
Otros escenarios
Los líderes de la iglesia de los Estados Unidos también criticaron la propuesta “Obamacare”, que incluía la anticoncepción, incluidos algunos abortivos, como parte de la atención médica estándar para mujeres.
Y también ha tenido roces por apoyar a la Conferencia de Liderazgo de Mujeres Religiosas (LCWR) que expresa abiertamente su respaldo a temas como el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo y el Obamacare.
Si fuera el presidente de Estados Unidos, la relación con la Iglesia católica sería, como ha sido hasta ahora, de estira y afloja. Una relación difícil, desde luego
Fuente: Crux/Angelus News
Hoy celebramos a...