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Empatía, comunicación, transparencia, lealtad, ética, diversión… Estas ideas están en la lista de conceptos de nuestra empresa ideal. Si un empresario tuviera estos valores de referencia, estaríamos más tranquilos y la sociedad sería más justa y feliz. Y es cierto.
Sin embargo, a muchos se les escapa el poder concretar esos pasos de gigante con pequeños actos que lo pueden cambiar todo en unas horas.
¿Somos capaces de decir que existe algún gesto capaz de hacer felices a los empleados y cambiarlo todo?
La importancia de decir una cosa…
Henry Engelhardt, fundador y presidente (recientemente jubilado) de la empresa de seguros británica Admiral, ha tenido a su cargo más de 10.000 trabajadores y se atreve a publicar «la receta de oro» sin miedo: el secreto del éxito está en «la importancia de decir una cosa agradable«, asegura.
En sus años de vida empresarial, Engelhardt detectó que hay algo que no falla si quieres que tus empleados estén contentos: los buenos efectos de la gratitud. Se refiere al modo en que un jefe es capaz de responder al buen trabajo de un empleado.