Dos marcas se disputan la marca Patagonia. En Estados Unidos, la empresa de indumentaria oriunda de ese país Patagonia demandó a la cervecería con sede central en Bélgica AB Inveb por su cerveza artesanal marca Patagonia, ya establecida en el mercado argentino pero con ventas en Norteamérica.
La acusación refiere no solo al uso del nombre, sino también al del logotipo, basado en las siluetas de las montañas de la Patagonia; de hecho, la indumentaria lleva como icono representativo el Monte Fitz Roy. La disputa abrió el debate en la justicia americana. Pero a Dios gracias ni la empresa de indumentaria ni la cerveza son los dueños de la Patagonia, aunque la segunda tenga una de las cervecerías más bellas del mundo en el Circuito Chico de Bariloche.
Repasamos aquí algunas de las montañas más imponentes de la Patagonia, que no son ni de la empresa californiana ni de la belga. Para contemplarlas e incluso visitarlas, son de todos, aunque territorialmente, sean argentinas o chilenas, o en su mayoría, compartidas entre ambos países – la demarcación de límites se constituyó a partir de las altas cumbres divisoras de aguas.
El monte Fitz Roy, o Chaltén, se erige hasta los 3400 msnm, altura que no lo ubica entre los más altos, pero por su inconfundible silueta, y atractivo para los andinistas es uno de los más emblemáticos de toda la Patagonia. Pese a que Patagonia –la marca de indumentaria- lo lleve en su imagen, poco tiene que ver ese sinuoso dibujo negro con la postal que regala contemplarlo arañar los cielos, por ejemplo, desde la carretera.
El volcán Lanín, en la Argentina, y el volcán Osorno, en Chile, son de esos montes que los niños hacen cuando se les pide dibujar una montaña. Calcados. De forma perfecta, sin irregulares en sus laderas, con nieves permanentes en el pico, alcanza los 3770 msnm en el caso del ubicado en lado argentino y los 2652 en el del chileno. Más allá de la altura de uno y otro, la parcial soledad de ellos en su parte de la cadena montañosa les concede una imponencia particularmente disfrutada desde las orillas del lago Huelchulafquen o Llanquihue, según el caso.
El monte Aconcagua es la montaña más alta de América. Su cima se sitúa a los 6950 msnm. En apariencia, luce más sencillo de escalar que otros como el Fitz Roy, lo que lleva a que muchos se la atrevan sin la debida preparación, y en consecuencia, pierdan la vida. Se siente la altura en el Aconcagua, pero es un infaltable en la visita a las montañas más emblemáticas de la Patagonia. Eso sí, se puede sobrevolar se conseguirán seguramente las fotos más bellas de este titán de los Andes.
El Cerro Tronador supone la excursión de montaña más popular si se visita San Carlos de Bariloche, junto con su centro de ski en el Cerro Catedral. Alzándose hasta los 3554 msnm con sus imponentes nieves permanentes y glaciares en remisión supone una excursión inolvidable, desde la que se pueden admirar lagos, ríos y otras maravillas de la Patagonia.
El Monte Olivia, en el extremo sur del continente, en Tierra del Fuego, se sale de la lista de los titanes de los Andes, ya que pese a que lleva el pico más alto de la isla, alcanza “apenas” los 1326 msnm. Sin embargo, se erige alto por sobre Ushuaia como si fuese que desde sus alturas alguien custodia la ciudad de importantes dimensiones más austral del mundo.
Del lado de la cervecería
La disputa en la justicia de Estados Unidos poco tiene que ver con la auténtica Patagonia. Sin tomar partido, no obstante, hemos de recomendar la visita al local de la cervecería Patagonia, en invierno o verano, el paraje más asombroso para contemplar las mejores vistas de San Carlos de Bariloche. En sus botellas se recrea algo de ese paisaje contemplado, que la empresa de indumentaria ahora pretende disputar.
Hoy celebramos a...