La pareja pasa etapas difíciles. Si uno de los dos flojea y rompe la unión, ¿tengo que perdonar siempre?La historia de una pareja tiene tantos elementos como un paisaje: altos, llanos, vericuetos, zonas donde descansar, territorios desconocidos… Cuando uno se casa o comienza una relación con otra persona, conoce solamente una parte de ella y será el tiempo el que nos vaya dando información sobre su carácter, su madurez, su temperamento… El paisaje antes soñado o intuido se va haciendo realidad.
Pero puede ocurrir que uno de los dos rompa la baraja. Quizá haya sido la tensión por problemas económicos o las desavenencias de carácter con un miembro de la familia. También puede ocurrir que haya habido una discusión más fuerte de lo normal. O por celos o por envidia o por egoísmo… El caso es que la pareja se parte y él (o ella) decide dejarte.
Pasado un tiempo, la persona recapacita y vuelve para pedir perdón y recomenzar la relación. Y a ti se te plantea entonces la duda: ¿qué hago?, ¿de nuevo me toca volver a entregar mi tiempo y mi vida a este señor (o esta mujer)?, ¿se lo merece?, ¿cómo sé que no volverá a las andadas?
La ambición de la mujer
La mujer tiene una gran capacidad de amar y perdonar en la pareja. Su ambición es la de que triunfe la pareja, no ella sola, y esto le hace pasar por alto muchas cosas, porque lo que importa es el fin. Además, piensa en los hijos y por ellos es capaz de dar su vida en la forma que sea mejor.
Perdonar al hombre que ha fallado y pide perdón es una tarea noble, que cuesta pero al final se impone por un bien superior: el amor entre los dos.
El hombre quiere igualmente un amor 10 en la pareja y formar una familia para siempre, aunque lo toma de otro modo: como un reto.
Uno y otro, el del hombre y el de la mujer, son caminos igualmente válidos y expresiones de su modo de ser. En ambos casos, equivocarse y perdonar forma parte de sus capacidades.
El regreso no siempre es el mejor camino
Sin embargo, ¿ha de existir siempre ese perdón y ese dejar que el hombre (o la mujer) vuelva a a la convivencia como si no hubiera pasado nada? Definitivamente no.
Existen dos claves que te ayudarán a discernir si ese hombre que era tu pareja merece seguir estando contigo:
- Cuando pide perdón de verdad. Reconoce el error y ves que ese reconocimiento es profundo. Es consciente, por ejemplo, de que estuvo con otra persona y te fue infiel; o que apostó todo el dinero que había ganado y lo perdió, y eso os produjo un terrible agujero económico en la casa; o vio que está mal el modo en que te trata porque no se pueden consentir los gritos e insultos que te profirió; o que se da al alcohol o las drogas y eso mina la relación.
- Cuando muestra que pone los medios para no volver a caer en esa situación. Por ejemplo, es capaz de cambiar de trabajo o de ruta para no volver a establecer ni media palabra con aquella persona con la que te fue infiel. O no para en la cantina al regresar del trabajo, ni siquiera para estar un rato charlando con los colegas. O decide entrar en un programa de desintoxicación.
Hay una línea roja que no se debe cruzar nunca: la del respeto a la persona. Si lo que él o ella pretende es ir manteniendo la relación de pareja, incluso de sostenerla económicamente de forma desahogada, pero no da su palabra ni se compromete a cortar definitivamente la relación con otras mujeres u hombres, con el alcohol y las drogas o con sus ataques de ira, será mejor que dejes muy claro que no habrá nada más entre vosotros, porque tú no eres un objeto que le puede pertenecer.
Te puede interesar:
Maltrato en el matrimonio: esos “amores” que duelen
Recomenzar es muchas veces pedir perdón, darlo y emprender de nuevo el camino juntos, pero a veces recomenzar es apartarse definitivamente de la persona que te destruye en la pareja y emprender un nuevo camino. No tengas miedo a recuperarte y no dejes pasar el tiempo sin hacer que puedas recomponerte, por dentro y por fuera.
Te puede interesar:
¿Es posible salvar una relación en la que hay maltrato psicológico?