Semana Santa, momento de reflexión, de encuentro con Jesús, y también de descanso para muchos. Tiempo en el que nuestros hijos pequeños, por lo general, no tienen clase y por tanto también se utiliza para salir, desconectarse, y compartir en familia.
Cuando salimos tendemos y queremos olvidarnos de todo, y la comida es una de ellas, no nos detenemos a pensar mucho si es sano o no, y tampoco escatimamos en las cantidades, ¡si repetimos el plato no pasa nada! Pero no debería ser así, también se puede comer rico y saludable según el lugar que elijamos para ir de paseo.
Los invito a buscar lugares que disfruten grandes y chicos, que tenga espacios al aire libre para la oración y también diversión, donde poder hacer un picnic saludable juntos, algún lugar que sea educativo pero divertido, donde se valoren los alimentos naturales. ¿Será posible? ¡Sí, claro!
Algunas ideas:
Estancias o granjas turísticas, son una buena opción ya que tienen animales donde los niños aprenden sobre ellos, en algunos tienen ovejas, vacas, cabras donde les muestran cómo ordeñar y tienen corderitos para darles el biberón de leche. De esta manera conocen de dónde sale la leche, cómo llega a casa, sus propiedades saludables, así como también otros alimentos que se pueden hacer con ella.
Puede haber talleres de cocina, en donde utilizan como ingredientes vegetales y frutas cosechadas por ellos mismos de las granjas, aprenden su plantación, variedad, cosecha y propiedades.
Además estos lugares cuentan mucho espacio al aire libre, tranquilo, donde jugar a la pelota, correr, comer y muchos también donde quedarse a pasar la noche.
Parques ecológicos, muy variados alrededor del mundo, tanto en nuestro país o el algunos más lejos también. Allí se puede explorar y disfrutar de los árboles, animales, huertos con árboles frutales y distintos tipos de entretenimiento.
Los parques naturales son considerados un patrimonio de alto valor científico, educativo y ecológico. Como tales son protegidos de la acción humana con el objetivo de preservar su singular belleza paisajística o sus especiales características biológicas.
Algunos ejemplos, sobre el Río Iguazú haciendo frontera con Argentina, en la provincia de Misiones, y Brasil, en el estado de Paraná se encuentran las cataratas del Iguazú, considerada una de las ‘Siete maravillas naturales del mundo’.
Son un conjunto de 275 saltos de agua que alcanzan los 70 metros de altura en forma de media luna. Estos lugares cuentan con espacios para almorzar en la selva, ya que hay restaurantes algunos con servicio de buffet con carnes, ensaladas, pastas y buffet de postres artesanales.
En Croacia, el parque Plitvice con lagos de color turquesa con cascadas y manantiales, junto a los que hay monasterios, molinos de agua y restos de fortalezas. Una red de senderos y rutas que en canoa permiten adentrarse en el parque conocer las especies del mundo vegetal y animal, así como también distintas especies de hongos.
Los hongos son un grupo muy importante de organismos que, sin ellos, la vida en la Tierra como la conocemos no sería sostenible. Saber más sobre ellos, recorriendo y luego tal vez probando algunas de sus variedades comestibles puede ser una agradable experiencia para grandes y chicos.
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Huertas hidropónicas, hay muchas, es solo buscar la más cercana y que se pueda visitar. Se trata de un sistema de cultivo sin tierra, solo agua con nutrientes naturales que alimentan a las plantas.
La idea es que se pueda ver, tocar, y probar las frutas y hortalizas en el momento de su cosecha. Es una manera de conocer algunos beneficios que tiene este tipo de huerta y que tal vez luego se animen a tener en casa, ya que requiere de muy poco espacio, casi no necesita mantenimiento, es sin tierra y no crecen malezas. Además, es educativo para los chicos y puede ser una manera de comer frutas y vegetales con más entusiasmo.
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Fabrica, museos de chocolate, de quesos para aprender de dónde proviene el cacao o el queso, los procesos, herramientas y maquinaria empleada en el proceso de elaboración. Es una forma dinámica y entretenida de aprender y entender a través de la experiencia de dónde vienen los alimentos que comemos.
Camping, hay hermosos lugares para compartir en familia muchas actividades y experiencias, recorrer, andar en bicicleta, hacer deporte, juegos, caminatas, fogatas, algo que sin duda es una manera de disfrutar de la naturaleza a pleno. Además, uno elige lo que van a comer a diario, se pueden comer alimentos diferentes, típicos del lugar, es un buen momento para que los chicos puedan aprender y probar otros sabores.
Esta Semana Santa es un buen momento para compartir tiempo juntos, de oración en familia y disfrutar de un descanso saludable. Buscando lugares donde los niños se involucren y participen de distintas actividades de modo que puedan reflexionar de forma crítica, analizando, incorporando y generando conocimientos a través del aprendizaje vivencial, donde se valore los alimentos naturales, y las actividades para hacer en familia, así como también se pueda conocer más sobre cultura y dieta.
Hoy celebramos a...