“Hay muchos modos de entrar en el despacho del jefe, pero con los años uno aprende a adivinar el motivo de la visita ya solo con ver cómo cruzan la puerta los empleados”. Es Henry Engelhardt quien habla, fundador y presidente (ahora jubilado) de Admiral, empresa británica de seguros.
“Existe un modo de entrar en mi despacho que es inconfundible. Cuando una mujer llama a la puerta, se asoma, pide pasar y cierra la puerta tras ella, no falla… ¡Viene a decirte que está embarazada!“. Lo explica con mucho sentido del humor porque siente una corriente de complicidad con las mujeres que han pasado y pasan por su empresa. Y, de hecho, su forma de comprenderlas hace que lo consideren un aliado.
Engelhardt explica que, a diferencia de los empresarios que consideran que un embarazo es un lastre o un obstáculo para una empresa, él lo ve muy positivo y tiene 3 razones para ser optimista.
“Puedes estar tranquilo”
“La primera razón es porque cuando una mujer está embarazada no se va a marchar de tu empresa. Por tanto, en esa temporada puedes estar tranquilo porque no vas a perder talento”, afirma. “La competencia no vendrá a quitarte a una mujer valiosa en el tiempo del embarazo”.
A la vuelta, ellas trabajan más
El segundo argumento por el que un jefe puede estar feliz de sumar una nueva embarazada al equipo de trabajo es que “una embarazada siempre va a trabajar más a la vuelta”. “Cuando acaba su baja laboral, una embarazada -dice Engelhardt- llega a la empresa con más sentido de responsabilidad y de compromiso. En mi experiencia de años, sin que tú les digas nada ellas quieren demostrar entonces que una mujer que ha dado a luz vale tanto como antes para el trabajo y eso hace que se superen a sí mismas”.
“Sin decirles nada, las mujeres que han tenido hijos -prosigue- se vuelven mejores empleadas en todos los sentidos: son más eficientes, resolutivas, aprovechan más el tiempo, generan más tiempo de calidad…”.
Los niños son otra Universidad
La tercera razón es todavía más positiva: “Los niños enseñan a hacer management”, dice este empresario con sentido del humor pero totalmente en serio. “Resulta que tener un bebé habilita a las madres a gestionar mejor el tiempo, establecer prioridades, asumir responsabilidades a fondo, compartir tareas… Casi es tan completo como hacer un máster”, bromea.