El cardenal Porras recordó el episodio en que más de 500 personas se quedaron sin comer en una iglesia de Caracas, al ser decomisado un camión de agua potable destinado a la preparación de los alimentosOcurrió hace pocos días, el 31 de marzo del año en curso. El panorama en Venezuela no es nada fácil. La población, sumida en tinieblas producto del enésimo apagón ocurrido en el sistema eléctrico nacional, padece además, la deficiencia de los servicios de agua potable, comunicación, transporte y hospitales, entre otros. Pero esto no parece ser suficiente para un régimen destinado a hacer sufrir a sus ciudadanos.
Uno de los cuerpos de seguridad del gobierno de Nicolás Maduro, tal vez el más represivo, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), tenía que mostrar “algo más” de sus intenciones al impedir el trabajo social de la iglesia. Esta vez, el blanco no fueron las protestas de calle donde lamentablemente han caído cientos de venezolanos asesinados, sino, uno de los programas sociales de Caritas Venezuela: la olla solidaria.
Los afectados fueron los comensales de la denominada “Olla Milagrosa” que entrega la iglesia “Nuestra Señora de Chiquinquirá”, en la urbanización “La Florida” de Caracas.
El cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, administrador apostólico de Caracas y arzobispo de Mérida, recordó el triste episodio vivido en esa parroquia, según se desprende de la entrevista que este 7 de abril publicó el medio digital Crónica Uno.
El Purpurado venezolano explicaba las dificultades que hay por agua, transporte, electricidad, y precisaba que la iglesia venezolana ha asumido no suspender ningún tipo de actividad o programa, sea de tipo religioso o social, a pesar de que “*hemos encontrado con el escollo de autoridades que a veces lo han impedido*”.
“Es novedoso y curioso que en algunas zonas populares se ha amenazado a la gente que ayuda en la parroquia para la olla solidaria, por ejemplo. Hacer eso es visto como si fuese una acción en contra del Gobierno”, expresó el cardenal Porras.
Más de dos años mitigando el hambre
Efectivamente, la “Olla Milagrosa” de Nuestra Señora de Chiquinquirá tiene más de dos años mitigando el hambre a más de 500 personas necesitadas que allí acuden. El 31 de marzo, no se pudo realizar por la acción de la GNB al impedir que llegara el camión cisterna para abastecer de agua el tanque del que se sirven para preparar los alimentos.
Luis Antonio Salazar, un fraile capuchino y párroco del lugar, informó que el día anterior habían pagado el agua de la cisterna para preparar la comida, teniendo en cuenta la situación de crisis que se vive en el país. “El camión tenía que llegar a las 2 de la tarde del viernes para comenzar a limpiar y cocinar para el sábado, pero un miembro de la Guardia Nacional no nos dejó verter el agua del cisterna en el tanque de la parroquia porque un Capitán necesitaba el líquido para uso personal*, explicó.
“Lamentablemente nuestras actividades se han visto afectadas por la falta de servicios básicos en nuestra parroquia; lo que sabemos que ha ocurrido a lo largo y ancho del país”, sostenía la cuenta @OllaMilagrosa. “A pesar de habernos preparado para procesar los alimentos y atender a muchos venezolanos en situación de calle no pudimos llevar a cabo nuestra jornada pues el camión de agua que donaron nuestros voluntarios fue decomisado y enviado a un destino distinto que desconocemos”, indicó.
“Agradecemos a todos su apoyo y solidaridad (…) Nos comprometemos a seguir trabajando para llevar a cabo nuestra misión de ayudar a los más necesitados con la misma pasión y amor que le hemos dedicado por más de dos años”, acotaron en Twitter.
El Cardenal Porras lo ratifica
Durante la entrevista arriba citada, el cardenal Porras ratifica la ocurrencia de este y otros episodios en los que se han impedido las actividades sociales de la Iglesia en algunas comunidades de Venezuela. “Sí. Ha pasado con el tema de las ollas solidarias, con el tema de la medicina, el tema del agua…”, sostuvo.
“En algunos sitios no nos han dejado, siquiera, que una cisterna llegue a los depósitos de agua de una parroquia, con la cual se pueda trabajar en la elaboración de la misma comida que se hace llegar a las personas más necesitadas de la comunidad”, expresó.