Un ejemplar histórico presente en Quito que pasó por un proceso de investigación científica para resaltar sus cualidades En el convento de San Agustín ubicado en el Centro Histórico de la capital de Ecuador, Quito, hay unas 20.000 obras de gran valor histórico, pero el Libro de Cantos de las Fiestas de San Agustín (1628) es uno de los que más ha cautivado tanto a propios como extraños.
Se trata de un libro coral –utilizado para las celebraciones litúrgicas en el convento- que tiene 391 años y que ha sido sometido a un proceso de investigación científica a manos del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) en colaboración con la Fundación Conservarte Ecuador.
https://youtu.be/7J-7sFGDOjE
Uno de los principales objetivos de la investigación, cuyos resultados se dieron a conocer en los últimos días, fue resaltar cualidades –a través de técnicas analíticas no destructivas y extracción de micromuestras- de los libros corales de las fiestas de San Agustín, obras hechas en pergamino (piel de oveja), tinas e iluminaciones, recuerda un reporte de El Telégrafo.
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En cuanto a su valor histórico, el texto está en latín y fue escrito por el Padre Mayor Fray Francisco de la Fuente, vicario Provincial, General de la Provincia, en 1628, prosigue ese medio.
Es considerado un verdadero documento histórico y también puede ser definido como un “legado musical sacro de trascendencia”.
Por otra parte, el trabajo también cobra relevancia –el impulso del proyecto está vinculado al programa de restauración de la biblioteca del lugar- por el hecho de que en el convento de San Agustín funcionó la Universidad de San Fulgencio, la primera del país (1586-1752), tiempo en el que se inauguró la biblioteca.
Ver imágenes de la biblioteca aquí:
De esta manera, a lo largo de varios meses, han sido varias las personas que han hecho posible que este tesoro oculto en un convento de Quito pueda relucir.
“Un aporte a la cultura de Quito y un rescate relevante de las obras del convento de la memoria histórica de lo que iniciaron nuestros antepasados”, destacó Fray Wilson Posligua, prior del Convento de San Agustín, en cuanto a la investigación realizada, culmina El Telégrafo.
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