Cuando somos jóvenes, el ejercicio es fácil. Piensa cuántas veces has tenido que evitar que tu hijo corra a toda velocidad por el supermercado, suba a una estantería o salte a los charcos para ver el chapoteo del agua. Los niños están llenos de energía y naturalmente están dispuestos a usarla.
Sin embargo, el cerebro humano está diseñado para conservar energía. Los investigadores creen que la tendencia del cerebro a la vida sedentaria es un mecanismo de supervivencia que evolucionó durante los días en que la humanidad vivía de la caza, cuando la supervivencia estaba ligada a la actividad física.
Cuando la única forma de comer era emplear la energía necesaria para cazar, matar, recolectar y preparar alimentos, la energía era un recurso precioso que nuestros cerebros aprendieron a proteger y conservar, haciendo que tomar la decisión de moverse fuera difícil.
De hecho, la decisión de ponerse en movimiento requiere una importante combinación de recursos cerebrales frontales, particularmente aquellos que se relacionan con el monitoreo de conflictos y la inhibición, para mover nuestros cuerpos.
Esta es la razón por la que es mucho más fácil encender Netflix que ir a correr, incluso si te encanta correr. Es por eso que nuestros niños aprenden rápidamente a preferir las horas de televisión a jugar afuera, a pesar de que las horas de televisión los hacen irritables y las horas de sol los hacen felices.
Y es también la razón de que intentar cambiar el estilo de vida de tu familia de sedentaria a activa puede ser tan difícil.
Pero todos sabemos que el cambio es necesario, y no solo para nuestra salud física. Seguro que sabes que la inactividad física habitual provoca profundos cambios mentales y emocionales que son perjudiciales y, en ocasiones, mortales.
Lo que quizás no sepas es que la inactividad física también inhibe el proceso de aprendizaje, como explica John J. Ratey en Spark: The Revolutionary New Science of Exercise. Nuestro cuerpo fue diseñado para moverse, y al mover nuestros cuerpos también movemos nuestros cerebros.
El aprendizaje y la memoria evolucionaron junto con las funciones motoras que permitieron a nuestros antepasados rastrear los alimentos, por lo que en lo que respecta a nuestros cerebros, si no nos movemos, no hay necesidad real de aprender nada.
Entonces, la pregunta no es por qué deberías involucrar a tus hijos en algún tipo de actividad física: la pregunta es cómo. No todos tenemos los recursos para pagar un gimnasio o deportes extraescolares, y no todos vivimos en lugares que hacen que ir en bicicleta o incluso jugar en el patio sea una opción práctica para la vida diaria.
Afortunadamente, tropecé accidentalmente con el método más infalible que he encontrado para que mis hijos hagan ejercicio conmigo. Requiere muy poco espacio y se trata del ejercicio de entrenamiento de cuerpo completo más efectivo que existe: el burpee. Todo lo que necesitas es poner la función de lapso de tiempo en el celular, y decir a los niños que participen en el video. Mira:
Este video en particular fue para un desafío de 50 burpees por 30 días que estoy haciendo. ¡De ninguna manera estoy sugiriendo que tu y tus hijos deben hacer directamente 50 burpees por día! Comenzar con 10 al día y continuar con eso cada día es un gran desafío para la familia, y la función de video de lapso de tiempo tiene 2 propósitos: 1) lo hace divertido para tus hijos y 2) es un registro visual de tu progreso como familia
He aquí por qué creo que es tan efectivo hacerlo con tus hijos: una vez que establezcas un objetivo y los involucres en él, especialmente si incluyes un factor divertido como un video, tus hijos te pedirán cuentas.
Mi Isaac, de 3 años, pregunta todos los días cuando hacemos burpees. Se ha convertido en su parte favorita de nuestro día, y su entusiasmo me hace a mí ponerme en marcha, incluso cuando un burpee es lo último que me apetece … lo cual es más habitual de lo que piensas.
Los burpees son duros y difíciles. Así que hacer que tus hijos piensen que son divertidos a una edad temprana es uno de los mejores regalos que puedes darles.
Hoy celebramos a...