Las últimas horas han sido de tensión e incertidumbre luego de que un helicóptero fuera objeto de un ataque con piedras a manos de presuntos comuneros (en base a versiones preliminares). En la aeronave había funcionarios del Ejecutivo peruano, quienes se habían dirigido a dialogar con pobladores que protestan desde hace casi dos meses contra la minera MMG.
El ataque, que podría haber generado víctimas mortales, está vinculado al denominado conflicto de Las Bambas, la mina de Perú famosa por su producción de cobre (se estima que ahí se produce el 2% del cobre mundial).
Los sicuris se hacen presentes en la marcha en contra del proyecto minero #LasBambas#Fuerabambapic.twitter.com/IOUV9J5VCN
— Grace Mora Dávalos (@Gracemorad) March 29, 2019
La protesta de pobladores aledaños (en las últimas horas también hubo marchas en Lima) que se mantiene desde hace varias semanas –que incluye el bloqueo del acceso a la mina- podría derivar en la paralización de actividades. Pero el conflicto viene de mucho tiempo atrás e incluye, además del reclamo por la liberación de comuneros detenidos, la lucha contra un camino utilizado por la minera que atraviesa comunidades campesinas (piden compensación por esto), además de la reubicación de comunidades debido al pasaje de camiones.
Un ejemplo de esto, señalan diversas reseñas como El Comercio, es lo acontecido con los predios de la comunidad de Fuerabamba, que fueron reubicadas, en este caso, para poder realizar ahí excavaciones. Además de ello fueron indemnizadas. Pero uno de los predios recibidos por esa comunidad, según denunciaron en su momento, fue el fundo Yavi Yavi, sitio por donde pasa el camino utilizado por los camiones.
Esta situación, previa a lo de los últimos días con el helicóptero, generó detenidos en Fuerabama por presuntas extorsiones, el incremento de las protestas y el apoyo de otras poblaciones cercanas como Challhuahuacho.
Es por todo esto que el conflicto socioambiental de Las Bambas no es para nada menor, máxime por la cantidad de trabajadores que dependen de la misma (1.800 trabajadores y 8.000 empleos indirectos), además de su capacidad de producción de cobre enviado a China, algo que con la afectación repercute directamente a nivel de dinero llega a las arcas del Estado peruano.