María Claudia y Mariandrea Cortés Durán decidieron fundar una organización con el fin de trabajar y ayudar a las personas mediante conferencias y talleres a encontrar la verdadera felicidad bajo el concepto de “un amor diferente”.
Algo que comenzó como una inquietud de María Claudia por brindarle herramientas a sus tres hijos en temas sobre sexualidad, afectividad y autoestima, terminó convirtiéndose en una obra dedicada a ayudar a adultos, padres de familia, novios y jóvenes.
Gracias a una maestría en Ciencias de la Familia en el instituto Juan Pablo II, María Claudia conoció la teología del cuerpo. Al compartirla con su hija Mariandrea, vieron la oportunidad clara de hacer algo ante la necesidad que veían en los diferentes países en los que habían vivido: la sed de tantos corazones en búsqueda de un amor más grande.
Mariandrea dice que como joven siempre se había cuestionado sobre la felicidad, el corazón y la sexualidad. Veía mucho dolor y sufrimiento y se daba cuenta de que si se cuidaba esa parte profunda de la vida, uno podría estar bien. Como dice la cita: ‘sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque eso determinará el rumbo de tu vida’ (Proverbios 4,23).
“La gran problemática de estos días con los jóvenes es la falta de amor y autoestima. La mayoría ha preferido vivir una visión utilitarista. Esa es la gran herida en el corazón humano”.
Cuando empezó a leer sobre la teología del cuerpo, encontró las respuestas que tanto había buscado. Así fue que comenzó a vivir esos valores primero y luego sintió el deseo de compartirlos con los demás.
Con el tiempo armó un pequeño equipo con un amigo para dar charlas y, lo que comenzó como pequeñas reuniones entre amigos y familiares, llevó a que en el año 2014 se funde Un Amor Diferente con el fin de ayudar a las personas a encontrar la verdadera felicidad.
“Yo creo que uno no nace amando, sino que aprende a amar. Somos egoístas porque la sociedad lo ha patrocinado y eso nos impide amar. Por eso, amar es para gente valiente porque es renunciar a uno mismo, salir de la zona de confort”.
“El fin de estos talleres y actividades es brindar herramientas útiles para conocerse, entenderse y tomar las mejores decisiones en algo tan sagrado como es el corazón. Lograr la plenitud en la experiencia del amor sin tabú ni puritanismo”.
Hoy en día esta iniciativa que lleva 7 años se expande con gran fuerza por Colombia, Brasil y México. Toda la familia ha tomado el compromiso y se ha involucrado bajo el lema “familia formando familias”.
Mariandrea con sus hermanos se encargan de los talleres con niños y adolescentes para enfocarse en la belleza, la identidad, la fuerza interior y el autoconocimiento trabajando los anhelos del corazón, la relaciones afectivas, la sanación y las herramientas para amarse.
Maria Claudia, por otro lado, imparte la formación para los padres en la teología del cuerpo y transmite las herramientas que ayudan a conocer la verdad sobre la sexualidad para poder vivirla de manera sana y completa en sus familias.
Hoy celebramos a...