No te preocupes, no te voy a recomendar que te hinches a comer berza. Estas ideas para envejecer bien te van a sorprender
Todos sabemos que, a medida que envejecemos, nuestros cuerpos empiezan a averiarse. Incluso si no sufrimos los males más graves relacionados con la edad, como la demencia o alguna cardiopatía, es inevitable que sintamos los efectos del envejecimiento.
Sin embargo, lo que quizás no sepas es que hay cosas que puedes empezar a hacer ya —literalmente, ¡ahora mismo!— para ayudarte a prevenir dolencias graves y que protegerán tu mente y tu cuerpo a medida que te vayas haciendo mayor. Tampoco hablaré de todas las cosas más obvias, como llevar una dieta sana o eliminar el tabaco; de hecho, algunos de estos consejos quizás te sorprendan…
1. Hidrata tu piel regularmente para ayudar a prevenir la demencia
¡Sí, de verdad! Investigadores de la Universidad de California en San Francisco han estado estudiando los efectos que tiene para el cuerpo humano el agrietamiento de la piel relacionado con la edad y, recientemente, idearon un experimento para comprobar si la crema hidratante tendría algún efecto en las personas más mayores. Lo que descubrieron es del todo sorprendente:
Cuando la piel empieza a agrietarse por el envejecimiento, el sistema inmunológico libera unas pequeñas proteínas conocidas como citocinas para indicar que existe inflamación en zonas dañadas de la piel. Estas diminutas citocinas inflamatorias pueden escaparse al sistema circulatorio del cuerpo y, si hay suficientes de ellas, desencadenan una inflamación en todo el cuerpo. Eso desencadena la inflamación en ancianos conocida como “inflamm-aging”, la combinación de inflamación más envejecimiento (…).
Entre los adultos que emplearon crema hidratante, los niveles de citocina cayeron hasta niveles próximos a los de personas de 30 años. Los participantes del estudio, de edades entre 58 y 95, también redujeron la acidez de la piel, mejoraron la hidratación y repararon su permeabilidad.
El consejo en este caso está claro. Incluye cuanto antes el hábito de utilizar crema hidratante y no solo mantendrás tu piel joven y sana, sino que también protegerás todo tu cuerpo de enfermedades relacionadas con la edad y la inflamación.
2. Medita a diario para reducir el declive cognitivo
Las investigaciones sobre los efectos de la meditación han ido creciendo a lo largo de las últimas décadas y la mayoría de esos estudios han destacado los beneficios inmediatos que tiene para nuestra salud y felicidad. Se ha asociado con beneficios de todo tipo, como una disminución de la presión sanguínea o una reducción de los niveles de cortisol. Sin embargo, los investigadores han estado ampliando poco a poco sus estudios para examinar los efectos a largo plazo de la meditación sobre el cerebro humano, en particular sobre el volumen cerebral.
El volumen cerebral disminuye inevitablemente en todos nosotros después de los 25 años y esa disminución se vuelve más pronunciadadespués de los 50, lo cual resulta en un declive de las capacidades cognitiva y motora. No obstante, un equipo de científicos de la Universidad de California en Los Ángelesdescubrió recientemente que las personas que meditan diariamente tienen una merma notablemente menos pronunciada del volumen cerebral a medida que envejecen que las personas que no meditan. La teoría es que la meditación diaria podría ayudarnos a preservar nuestras capacidades cognitiva y motora a medida que envejecemos o, al menos, a reducir el declive.
La meditación cristiana incluye tradicionalmente concentrarse en la Escritura y en oraciones sencillas. Lo cual nos lleva a la siguiente sugerencia…
3. Memoriza la Escritura para conservar (¡e incluso mejorar!) tu integridad cognitiva y espiritual
Hace mucho tiempo que los científicos saben que el entrenamiento de la memoria puede ayudarnos a reducir el declive cognitivo, pero no ha sido hasta hace poco que han descubierto que periodos de entrenamiento de memoria pueden, de hecho, ayudar a retrasar el declive de 7 a 14 años al fomentar la plasticidad neuronal en cerebros en envejececimiento.
Por supuesto, puedes escoger cualquier cosa para memorizar, pero memorizar la Escritura puede ayudar a proteger tanto tu mente como tu alma. No solo serás capaz de recordar cosas bien entrada la ancianidad, sino que también dispondrás del tesoro de la Escritura listo para evocarlo a lo largo de esos años. Después de todo, ¿qué bien nos hará mantener sana nuestra mente si no cuidamos igual de bien de nuestra alma?
4. Practica ejercicios de equilibrio
Por supuesto, no podemos centrarnos en nuestra mente y alma y desatender nuestro cuerpo. El equilibrio es una de las primeras capacidades físicas que perdemos gradualmente al envejecer. Y como el equilibrio es algo que la mayoría tendemos a dar por sentado, normalmente es toda una sorpresa cuando nos percatamos de que no lo controlamos tanto, y a menudo esa sorpresa viene en forma de caída. Caerse no es ninguna broma cuando ya no tienes el cuerpo de un muchachillo y puede tener como consecuencia rotura de huesos o lesión en las articulaciones.
Por eso es importante que ejercites tu equilibrio ahora. Cuando salgas a la calle con los niños o pasees por el barrio, párate y haz este simple ejercicio: delante de un escalón o un bordillo, toca el borde del escalón con un pie y luegointercámbialo con el otro pie dando un rápido saltito. Así entrenarás a tu cuerpo a cambiar elequilibrio de un lado al otro con seguridad. Cuando domines esto del pie en el escalón, puedes mejorar tu equilibrio aún más tocando con el pie algo que esté más alto, como una silla, o algo que sea inestable, como una pelota.
5. Carga con las bolsas de la compra, deja que tus hijos se sienten en tus hombros… para mantener fuertes los huesos
Nuestros huesos son un tejido vivo y, a medida que envejecemos, pierden de forma natural masa y densidad. Cuando este proceso no se vigila, puede terminar en osteoporosis y dejarte a la merced de dolorosas fracturas de hueso en tu ancianidad.
Sin embargo, hay una forma de prevenir la pérdida de densidad ósea y, de hecho, aumentarla. Y como la vida es así de estupenda, también aumentarás masa muscular al mismo tiempo. Todo lo que tienes que hacer es levantar cosas pesadas. Este es uno de mis aspectos favoritos relacionados con el cuerpo, porque tiene todo el sentido del mundo pero nunca deja de sorprender a la gente. En nuestra cultura, tendemos a pensar que levantar grandes pesos no es bueno para nosotros cuando somos más mayores. Sin embargo, lo cierto es que es todo lo contrario: seguir levantando grandes pesos de forma regular a medida que envejecemos es más importante que nunca.
El entrenamiento con pesas estimula los osteoblastos de tus huesos que construyen nuevas células óseas, pero esos osteoblastos no se estimulan con cualquier tipo de resistencia física. Correr, andar y nadar, aunque son formas estupendas de mantener sano tu corazón, no tendrán mucho efecto sobre tus huesos. Los osteoblastos solamente responden cuando los músculos tiran de los huesos en el esfuerzo de superar la gravedad.
Básicamente, tienes que levantar grandes pesos para conseguir huesos fuertes. ¡No dejes que te impresionen las imágenes de esos grandes levantadores de pesas! El levantamiento de pesas es solo uno de los muchos métodos efectivos para entrenar con pesos. Otros métodos son cargar en los hombros con tu hijo de 5 años por el zoo o dejar el carrito en casa y cargar a peso las bolsas la compra (dentro de lo razonable). Cualquier oportunidad que tengas durante el día para levantar algo pesado, ¡aprovéchala! No solo descubrirás que te haces cada vez más fuerte, sino que también estarás fortaleciendo tus huesos para los años venideros.
Así que, ¿a qué estás esperando? Carga a tu hijo a caballito y ve a subir escalones, luego vuelve a casa a ponerte crema hidratante y buscar un pasaje nuevo de la Escritura que memorizar y sobre el que meditar. Y mañana hazlo también, y al día siguiente, hasta que se convierta en un hábito y te sientas fuerte de cuerpo, de mente y de alma durante muchos años más.