Mónica Argilés, de profesión cartera, lo expresó con sus propias palabras recientemente en un monólogo de la obra de teatro “Dancing with myself”, en el que interviene como coprotagonista: “Cuando lo pusieron en mis brazos, lo primero que dije fue ‘¡tiene de todo!’. Dos manos, diez dedos, dos piececitos con cinco dedos cada uno…”. La preocupación de los padres por sus hijos comienza desde el minuto cero del nacimiento. Es más: ya aparece en el momento en que ella sabe que está embarazada. Pero cuando ya ha llegado al mundo, siguen surgiendo contínuamente inquietudes en los padres por querer que todo esté bien.
Una de las preguntas que con más frecuencia se realizan papá y mamá ante su criatura es: “¿Oirá bien?, ¿cómo sé yo si tiene algún defecto en el oído?”. Para ello, lo mejor es preguntar a los expertos.
El equipo profesional de MED-EL, una de las empresas líderes en el tratamiento de la sordera y en tecnología de implantes auditivos, propone 3 ideas madre:
- La sordera tiene solución. Es la única discapacidad en la que se puede restituir un sentido.
- Hoy por hoy existen tecnologías y soluciones auditivas y por lo tanto no hay que asustarse sino acudir al médico.
- Cuanto antes se detecte y trate la sordera, mejores serán los resultados.
- Es crucial que podamos tener un diagnóstico a edad temprana. Así podremos dar al niño el tratamiento que necesita (audífonos o implantes) antes de que el problema impacte negativamente en el aprendizaje del lenguaje. Detectar una hipoacusia (o sordera) temprana cambia la calidad de vida del niño y de su familia.
- Existen diferentes tipos y grados de sordera y cada uno tiene una solución específica.
- Para tratar una hipoacusia, es necesario acudir a un médico especialista para conocer el tipo de pérdida auditiva y así saber cuál es la mejor solución.
La sordera es un trastorno del aparato auditivo que puede afectar al habla, al lenguaje y a la comunicación. ¿Que podemos hacer entonces para detectar cualquier pequeño problema que pueda afectar a nuestro bebé?
Si se trata de un recién nacido, lo más probable es que se le hayan practicado un montón de exámenes o pruebas diferentes para comprobar su estado general de salud. Pero puede ocurrir que la pérdida auditiva no se manifieste en estos estudios. Por eso es fundamental que los padres, o el adulto a cargo del bebé, presten atención a su desarrollo auditivo y respondan:
¿No reacciona a los sonidos fuertes?
¿Tiene problemas para distinguir de dónde viene un sonido?
¿Empieza a balbucear, pero el murmullo no se convierte en un discurso comprensible?
¿No reacciona a las voces, sobre todo cuando no lo tienen en brazos?
¿No cumple órdenes o malinterpreta las instrucciones?
¿Actúa frustrado por razones desconocidas?
Si consideras que la respuesta a alguna de estas preguntas es “sí”, deberías ponerte en contacto con un médico especialista en otorrinolaringólogía y explicarle qué has detectado en el bebé.
Cuanto antes busques la solución, el pequeño podrá crecer con un desarrollo del lenguaje normalizado. En la actualidad, la salud auditiva está entre los grandes avances de la ciencia de los últimos años. Incluso niños nacidos con sordera profunda o aquellos para quienes los audífonos ya no ofrecen una calidad auditiva suficientes, son capaces de recuperar el sentido de la audición gracias al implante coclear. Puedes consultar en: https://www.medel.com/esl/