El papa Francisco ha sido el primer pontífice en recibir en el Vaticano a un líder de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, más conocidos como mormones, recientemente, sábado 9 de marzo 2019.
El encuentro privado que duró 30 minutos causó estupor en algunos círculos conservadores católicos al ver a papa Bergoglio estrechar la mano de Russell M. Nelson y su comitiva de tres personas, y aún más con motivo de la inauguración del primer templo mormón en Roma, el domingo 10 de marzo, ubicado en la parte noreste de la capital, en Via di Settebagni, 376, cuya construcción comenzó en 2010.
El motivo de la visita, afianzar proyectos humanitarios, libertad religiosa y diálogo. Russell M. Nelson remarcó a la prensa que Francisco fue cálido y acogedor. Y luego tuvo un reconocimiento: “Qué hombre tan dulce y maravilloso es, y qué afortunados son los católicos por tener un líder tan amable, preocupado, cariñoso y capaz”.
Desde Evangelii Gaudium y acto seguido en los varios gestos y palabras, no debería sorprender que la actual cabeza de la Iglesia Católica reciba con amabilidad a otros líderes en la casa de la catolicidad (universal), especialmente cuando a pesar de las marcadas diferencias existen temas de común agenda: la secularización de los jóvenes, la caridad, la lucha contra la ideología de género y la protección de la casa común.
En efecto, Nelson confirmó que explicaron al Papa los proyectos humanitarios que realizan junto a Catholic Relief Services (CRS) en más de 43 países en el mundo. “Hemos trabajado hombro con hombro como socios para tratar de aliviar el sufrimiento, él escuchó con mucha atención”, señaló. La CRS cuya traducción al castellano sería Servicios de Auxilio Católico, es una agencia internacional humanitaria fundada en 1943 por la comunidad católica de los Estados Unidos.
Nelson (1924), médico, casado, tiene 10 hijos, fue elegido presidente de esta Iglesia que tiene más de 16 millones de miembros en todo el mundo el 16 de enero de 2018, de la reunión del Quórum de los Doce Apóstoles durante tres días en Salt Lake City, Utah (EE. UU.).
Obviamente, existen marcadas discordancias doctrinales. “Tenemos mucho en común. Las diferencias en la doctrina son reales, y son importantes, pero no son tan importantes como las cosas que tenemos en común”, declaró Nelson vía Twitter.