“Polvo eres y en polvo te convertirás”. Con esta frase y el Miércoles de Cenizas comienza el tiempo de Cuaresma, tiempo de penitencia y conversión durante 40 días de cara a la Pascua.
Sin embargo, mientras alrededor del mundo comienza a vivirse con fuerza esta tradición, en algunos sitios de América Latina se dan otras coincidencias que tienen que ver con el calendario indígena.
Por ejemplo, en países andinos como Ecuador, Perú y Bolivia. Este tiempo coincide con la celebración de la Fiesta del Florecimiento más conocida como Pawkar Raymi, una reconocida celebración ancestral del agua y de las flores. Se trata de una de las tantas fiestas ancestrales marcadas por los solsticios y equinoccios.
Es durante este tiempo donde los pueblos andinos agradecen a la Pacha Mama (madre tierra) por estos dos elementos de la naturaleza y al mismo tiempo se transforma en tiempo de cosecha.
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Para los pueblos indígenas el agua es uno de los elementos más importantes de la naturaleza y en estas celebraciones cobra un protagonismo especial. Es por eso que entre las ceremonias más importantes durante el periodo del Pawkar Raymi se encuentra el Tumarina Pukllay.
En esa ceremonia los niños y las mujeres –tal cual recuerda un reciente reportaje de El Telégrafo– llevan las flores de temporada y las mezclan con el agua, oportunidad en que a través de diversas visitas comunitarias mojan las cabezas de las familias.