Su ejemplo y sus palabras llegan a miles de personas que ven en él un ejemplo de alegría en la dificultad.
«Soy un guerrero bendecido por Dios sin fecha de vencimiento». Son palabras del propio Frank (Franchy) Prats, pronunciadas en 2017. El que fue seleccionador nacional de baloncesto de República Dominicana durante más de 10 años muestra una fortaleza envidiable por cómo enfrenta el cáncer de colon.
Le diagnosticaron la enfermedad a su regreso del Maxibaloncesto (torneo para exjugadores) en Italia hace dos años y desde entonces sus apariciones son intermitentes. Pero cuando las sesiones de quimioterapia se lo permiten, Franchy no deja de acudir a los medios de comunicación para agradecer la atención que recibe en el Hospital Plaza de la Salud y las cadenas de oraciones que se multiplican.
La carga espiritual y la sonrisa no han desaparecido del rostro de Franchy en ningún momento.
Representó a su país en 6 torneos Centrobasket, dos Juegos Centroamericanos y del Caribe, dos Juegos Panamericanos y un Mundial. Formó parte del equipo que conquistó la medalla de Oro en Centrobasket en el año 1977 en Panamá. Su fama como deportista no ha bajado ni un milímetro, pero sin duda a ello se une la bondad del personaje, que siempre se ha hecho querer.

El pasado 23 de febrero se le rindió tributo en el famoso Club Mauricio Báez y las muestras de afecto no se hicieron esperar. El Juego del Recuerdo estuvo dedicado a él, como ejemplo entre las Glorias del Baloncesto dominicano. Soterio Ramírez, actual viceministro de Deporte y ex jugador de baloncesto, publicó en su cuenta de Twitter esta nota afectuosa: