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¿Por qué hoy comemos lo que comemos?

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María Eugenia Brun - publicado el 03/03/19

Hoy alimentarse parece a simple vista sencillo porque lo hacemos a diario y, varias veces al día. Sin embargo, a lo largo de la historia alimentarse no ha sido tan fácil para el hombre como parece

Se puede decir que hace miles de años atrás no comíamos lo mismo que comemos ahora, no existía la variedad, disponibilidad e información con la que contamos ahora.

Si viajamos a través de la historia veremos que nuestra alimentación ha sufrido varios cambios, que la agricultura, la industrialización, la globalización de mercados, han repercutido en la disponibilidad, diversificación de alimentos, y han incidido fuertemente en los hábitos alimentarios y estilo de vida (más activo o inactivo) de la población.

La alimentación es el resultado de un proceso cultural, social e histórico. Para comprender cómo llegamos a comer lo que comemos ahora es necesario conocer que en las distintas etapas de la historia influyeron factores biológicos, ecológicos, pautas socioculturales, hábitos alimentarios y factores económicos, que marcaron y formaron nuestra alimentación de hoy.

8 etapas de la historia de la alimentación

  1. Caza, recolección y fuego. Se dio hace dos millones de años cuando el hombre se alimentaba de la recolección y de la caza. Recolectaba frutos silvestres como bayas, nueces, tallos, raíces, insectos, huevos de pájaro, pequeños mamíferos. Miles de años después descubrió el fuego, con el que podía calentarse y transformar los alimentos (cocinándolos).
  2. Agricultura, domesticación de animales. Es el neolítico un período que comienza hace unos 10.000 años atrás, cuando el cambio climático favoreció la actividad agrícola y por lo tanto se inicio la agricultura. Se cultivaba principalmente cereales, además el campesino también comenzó a domesticar y criar ganado ovejas, cerdos y también ganado vacuno con la que obtuvieron además de la carne, su leche.

Algo muy interesante es que aquí ya aparecen dos técnicas importantes de conservación de alimentos como la desecación (dejar secar al sol los alimentos) y el ahumado.

MEDIEVAL FEAST
PD

  1. Comercio de alimentos, gastronomía. Es la época del imperio Romano, en la cual lo más sobresaliente fue el aumento del comercio que hizo ampliar la variedad de alimentos y es donde se puede decir que se sientan las bases de la gastronomía, ya que se comienzan a preparar distintos platos para brindar placercon distintos sabores a sus comensales además de nutrirlos.

Los romanos hacen varios aportes a nuestra cultura culinaria como la conservación de alimentos mediante la salazón, y la mejora en las elaboraciones de pan, aceite, vino y embutidos.

  1. Comercio intercontinental, especias, frutas y vegetales. Se da en la Alta Edad Media un cambio social muy importante, la creación de ciudades, por lo que al haber muchas más personas era necesario ampliar el comercio para alimentarlas a todas. Esto hizo aumentar el comercio próximo, pero principalmente el intercontinental entre Europa – Oriente (Indonesia) y Europa- Occidental (Caribe).

Del oriente se abastecían de especias como la nuez moscada, canela, pimienta, jengibre, y del occidente las naranjas, limones, uvas.

Luego de América, judías verdes, pimientos, tomate, el maíz, la patata y el chocolate.

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  1. La caña de azúcar. Hernán Cortés fue el que llevo la caña de azúcar desde la India hasta América. Su cultivo se inició en México en 1530 y luego se extendió al Caribe porque tenia un clima ideal para su cultivo. Se le daba dos utilidades, como edulcorante y como materia prima para elaborar el ron.
  2. Mejoras agrarias, de conservación de alimentos. Ya en el siglo XVIII, se dan varios avances técnicos que hacen aumentar notoriamente la producción agraria y mejorar con ello la conservación de alimentos. Se introdujeron la siembra en hileras, nuevas maquinarias. En cuanto a la conservación apareció la solidificación por ejemplo de caldo de ternera en cubos, se comenzó a esterilizar (por ejemplo, calentando botellas a “baño maría”), también a enlatar vegetales, hortalizas, carnes.

Todo esto ayudo a mejorar la dieta y la salud frente a enfermedades carenciales de la época como el escorbuto y el raquitismo, así como también prolongar la vida, y además provocando un aumento en la población.

  1. La revolución del transporte. Máquinas, barcos, locomotoras a vapor permitieron un gran avance del comercio y ayudaron a paliar el hambre y mejorar la dieta de la población. En muchos países al primer tren del día que llevaba la leche fresca a distintas ciudades desde largas distancias le llamaban “el tren de la leche”.
  2. Nuevos productos, y más industrializados. Desde mediados del siglo XX, el mundo ha experimentado grandes cambios en sus hábitos alimentarios y estilo de vida, debido a la industrialización, a la urbanización, al desarrollo económico y a la globalización de los mercados.

Estos cambios han sido favorables al mejorar los niveles de vida, ampliando la disponibilidad y variedad de los alimentos, así como también aumentando el acceso a los servicios. Por otro lado, han sido desfavorables porque la forma de vida actual, cada día más activa o vertiginosa lleva a que nuestra alimentación quede subordinada al trabajo. Disponemos de menos tiempo para alimentarnos correctamente, cocinar más, y terminamos comprando algo ya listo para consumir, o más productos ultraprocesados.

La industria comenzó a atender rápidamente estas demandas comenzando a elaborar distintos productos que le facilitaran la tarea diaria a las personas, por lo que poco a poco comienzan a aparecer más productos procesados, industrializados, de consumo rápido o de fácil elaboración.

¿Qué estamos comiendo hoy?

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Muchos creen que existe una discordancia entre lo que comemos hoy y lo que nuestros antepasados estaban evolutivamente preparados para comer, y no es tan así, pero ha llevado a que cada vez más personas quieran volver a sus orígenes, a comer como antes porque lo consideran “más natural, sano, sabroso”. Un claro ejemplo es el aumento del consumo de leche cruda, o distintas dietas o estilos de vida como la paleodieta, los veganos, crudi-veganos y más.

Pero la diferencia más importante de la dieta de hoy con la de antes está dada en su forma de preparación. Hemos perfeccionado hasta tal punto las técnicas de procesado de los alimentos que muchos individuos consumen más calorías de las que queman. Los panes integrales han dado paso a la bollería industrial, las manzanas, al zumo de manzana y así sucesivamente, agregando ingredientes, aditivos en su gran mayoría innecesarios solo con el fin de hacerlo más apetecible y generar la necesidad de mayor consumo.

Este giro en los cambios producidos por esta transición en los hábitos alimentarios y estilo de vida, ese mayor consumo de alimentos ultraprocesados, es una tendencia común en todo el mundo, y ha conducido a la epidemia de obesidad y sus patologías asociadas.

No podemos cambiar la historia de nuestra alimentación, pero si podemos mejorar nuestras elecciones, combinando lo bueno de aquellos tiempos con lo bueno de lo moderno. Más frutas y verduras de producción local, un poco de carne, pescado y cereales integrales, más cocina casera, una comida al día sentados en familia, una hora diaria de ejercicio.¿Lo crees posible? Yo sí.

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