Millones de mexicanos fueron seducidos por el “American Dream of Life”Durante el siglo XX la industria cinematográfica de Hollywood machacó, con insistencia inusitada, la idea del “american dream of life”. Millones de mexicanos fueron seducidos por este modelo de vida. La pobreza y la corrupción de México y la bonanza económica de Estados Unidos hicieron del “jalar para el norte” una constante nacional.
Pero todos los sueños tienen su pesadilla incluida. Si bien es cierto que millones de mexicanos que viven en Estados Unidos han logrado forjar su destino del otro lado del Río Bravo, otros han entregado su vida en el intento de cruzarlo.
Cifras oficiales y muertes anónimas
Según el estudio “Amenazas a los derechos civiles e incremento en la hostilidad social que enfrentan las personas migrantes”, elaborado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México (CNDH) y la Universidad de California (en Estados Unidos), 2.837 mexicanos han muerto tratando de cruzar la frontera con Estados Unidos en los últimos diez años.
El estudio señala que esos 2.837 casos registrados no son el total de personas migrantes que han muerto por cruzar la frontera, “pues no existen reportes acerca de los cuerpos que son encontrados por agentes no fronterizos o civiles, que podrían estar relacionados con este fenómeno”.
El descenso de cruces de mexicanos hacia Estados Unidos ha bajado de manera considerable desde el año 2.000, y más aún en la última década, por lo que las cifras oficiales muestran que durante ese período (los últimos diez años) el número de migrantes fallecidos en su intento por cruzar la frontera disminuyó 60.98 por ciento.
En este sentido, 2015 y 2014 fueron los años con el registro de muertes más bajo, con 166 y 221 fallecimientos, respectivamente; sin embargo, para 2016 el número se elevó a 316, y para 2017 disminuyó a 272.
El muro y las agresiones
De acuerdo con la investigación, la idea de construir obstáculos en la frontera entre los Estados Unidos y México -como el muro propuesto por el presidente Donald Trump- no es algo nuevo, y se ha replanteado desde la década de los noventa, aunque con el aumento de agentes de la patrulla fronteriza se ha incrementado el número de agresiones contra migrantes.
Estadísticas del uso de fuerza de la U.S. Border Patrol (la patrulla fronteriza de Estados Unidos) señalan que, entre 2012 y 2017 el número de ocasiones en las que los agentes utilizaron armas de fuego o no letales contra migrantes se incrementó en un 7.33 por ciento, al pasar de 928 a 996.
En el caso del uso de armas de fuego, el número de ocasiones en que los oficiales reportan haberlas utilizado contra migrantes disminuyó 69 por ciento en el mismo periodo, al pasar de 55 a 17. El uso de armas no letales como porras para dar choques eléctricos y bastones, utilizado en 89 por ciento de los incidentes contra migrantes, ha incrementado 12.14 por ciento, pues en 2012 se registraron 873 casos, y para 2017 fueron 979.
El estudio mexicano-estadounidense señala que en 2017,13 por ciento de las personas migrantes con nacionalidad mexicana en Estados Unidos reportó haber sido víctima de alguna agresión o acto hostil, lo que la Universidad de California y la CNDH atribuyen al discurso anti migrantes impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Odio como ingrediente entre pueblos hermanos
Las principales formas de agresión que han sufrido son detenciones injustificadas, amenazas de llamar a autoridades migratorias, abusos físicos y verbales, que les digan que regresen a México, prohibición de hablar en español y que les impidan la entrada a algunos sitios como restaurantes y centros comerciales.
En el caso de los crímenes de odio cometidos contra personas de origen hispano, el documento señala que estos se incrementaron 24 por ciento entre 2016 y 2017.
Acerca de las deportaciones masivas, el reporte señaló que, de las 433.000 personas deportadas en 2016 por los Estados Unidos, 308.000 fueron mexicanas, y 15 por ciento de ellas experimentó discriminación por parte de las autoridades estadounidenses, así como maltrato físico y psicológico.
“Estas personas reportaron que, durante su detención, fueron privadas de tomar agua o de alimentos, estuvieron expuestas a temperaturas extremas de frío o calor, estaban en celdas con hacinamiento por el número de detenidos, además de que habían hombres y mujeres mezclados en los espacios asignados”, dice en su resumen del estudio el portal mexicano Animal Político.
Los migrantes detenidos también señalaron que en las instalaciones donde fueron retenidos antes de su expulsión no había baños ni servicio médico y que, en ocasiones, debían compartir celda con delincuentes peligrosos.
Separación de familias
“Para la CNDH y la Universidad de California, el nivel máximo de violación a los derechos de los migrantes en Estados Unidos ha sido la política de separación de familias, aunque esta población vive abusos por parte de diferentes agentes del Estado durante su tránsito para cruzar la frontera o en su vida cotidiana, cuando llegan a establecerse en dicho país”, termina diciendo el estudio reportado por Animal Político.
Lo cierto es que a las familias les duele, enormemente, la separación. Pero mucho más la muerte de sus seres queridos, cientos de los cuales no están en las cifras oficiales: son muertos anónimos, tirados en el desierto, ahogados en el río Bravo, deshidratados o picados por la ponzoña de animales venenosos y por la desidia de los gobiernos de ambos países.
Con información de Animal Político