La “cátedra” en la que se sientan los obispos tiene una larga y rica historia en la Iglesia católicaCuando visitas una catedral donde un obispo celebra misa regularmente, una de las características principales que salta a la vista es una silla especial.
Esta silla se llama cátedra (de ahí el nombre de “catedral”) y solo la usa el obispo durante las ceremonias litúrgicas.
¿Y eso por qué?
La cátedra proviene de una antigua tradición que existe en muchas culturas según la cual un líder o un juez gobierna desde una silla.
Los maestros a menudo enseñaban desde una silla mientras sus alumnos escuchaban de pie. De hecho, el término cátedra a veces se define como la “silla del profesor”.
Además, las sillas no se producían en masa como hoy, por lo que poseer una silla era una señal de poder.
Además, en el Imperio Romano existía una “silla curule“, que utilizaban sólo magistrados y funcionarios. Como la Iglesia católica nació dentro del Imperio Romano, muchas de sus tradiciones fueron compartidas por la jerarquía de la Iglesia.
Aunque las sillas ya no tienen el mismo significado en nuestra cultura moderna, la cátedra del obispo aún conserva el simbolismo espiritual vinculado al oficio del obispo.
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Lo que significa una silla
El papa Benedicto XVI explicó el simbolismo en una homilía en la fiesta de la Cátedra de San Pedro:
“Cátedra” significa literalmente la silla establecida del obispo, ubicada en la iglesia madre de una diócesis que por esa razón se conoce como “catedral”; es el símbolo de la autoridad del obispo y, en particular, de su “magisterio”, es decir, la enseñanza evangélica que, como sucesor de los apóstoles, está llamado a salvaguardar y transmitir a la comunidad cristiana.
Cuando un obispo toma posesión de la Iglesia particular que se le ha encomendado, usando su mitra y sosteniendo el báculo pastoral, se sienta en la cátedra. Desde este asiento, como maestro y pastor, guiará el camino de los fieles en la fe, la esperanza y la caridad.
La silla le recuerda al obispo sus deberes para con su rebaño. Y su tamaño (generalmente es más grande que otros muebles del templo) denota el inmenso peso que se coloca sobre sus hombros como pastor principal del área local. Es un honor especial, que viene con una gran responsabilidad.
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