Si estás lleno de ansiedad en la oficina, intenta esta técnica para mantener la serenidad
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Cuesta ir a trabajar el lunes por la mañana, pero puede haber ocasiones en nuestras vidas en las que ir al trabajo nos llene de estrés y ansiedad. Las causas pueden ser muchas cosas y no siempre son fáciles de abordar.
Sin embargo, una posible solución a estos sentimientos se puede encontrar en el propio enfoque espiritual para trabajar.
El sacerdote italiano Lorenzo Scupoli explica lo que piensa que es la clave para mantener la paz del alma en acción en su clásico espiritual El combate espiritual, publicado en 1589.
En primer lugar, Scupoli escribe:
“Oremos sin cesar para que el reposo reemplace el caos en nuestros corazones, y que una sumisión humilde a la voluntad de Dios pueda llevar a nuestra alma a su tranquilidad anterior. La oración es siempre el primer recurso, y le pide a Dios que agracie la paz dentro del alma”.
Scupoli continúa explicando cómo no debemos dejar que el trabajo domine nuestras vidas, convirtiéndose en el enfoque principal de cada pensamiento.
No nos dejemos perturbar por la prisa sin fin y sin sentido del mundo de los negocios; cuando estemos en el trabajo, atendamos los asuntos de negocios con compostura y facilidad, absteniéndonos de la rígida conformidad con un horario riguroso y exigente, y de un entusiasmo demasiado grande por ver nuestro trabajo hecho.
Si bien es importante hacer un buen trabajo y cumplir con nuestras obligaciones, no es saludable dejar que sea la razón principal de nuestra existencia.
En cambio, “nuestra principal intención, una conciencia continua de la santa presencia de Dios y un deseo inmutable de complacerlo, deben presidir todas nuestras acciones“.
Scupoli menciona que si dejamos que el trabajo supere nuestro deseo por la presencia de Dios, “nuestras almas pronto abundarán en temor y ansiedad”.
La clave está en poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas, reconociendo que si bien el trabajo es importante, no es tan importante como Dios y el bienestar de nuestra alma.
Esto no siempre es fácil de poner en práctica, pero cuando una persona lo hace, la paz reina en su alma.