La denuncia sobre el poder en ámbito administrativo eclesial que ha oscurecido, desacreditado y hecho imposible hacer justicia a las víctimas “El abuso sexual de niños y jóvenes se debe, en gran medida, al abuso de poder en el ámbito de la administración” en la Iglesia, dijo el cardenal alemán, Reinhard Marx, este 23 de febrero en la mañana, en el aula nueva del Sínodo en el Vaticano.
“Los derechos de las víctimas han sido pisoteados y dejados a merced de cada individuo. Son todos eventos que contradicen claramente lo que la Iglesia debería representar”, expresó el cardenal de 65 años, que se reunió este viernes en privado, en un lugar reservado, con 16 víctimas de abusos del grupo Ending Clerical Abuse (ECA).
Asimismo, Marx informó al papa Francisco sobre los contenidos del encuentro con las víctimas de abusos que duró 90 minutos.
En su reflexión sobre el tema de la transparencia en el marco del tercer día de Encuentro sobre “La Protección de los menores en la Iglesia”, el cardenal Marx dijo hoy a los 190 cardenales, obispos y expertos sobre corrupción y abusos: “En vez de los culpables, fueron amonestadas las víctimas y se les impuso el silencio”.
El también coordinador del Consejo de Economía de la Santa Sed, denunció que “los archivos que podrían documentar los hechos terribles e indicar los nombres de los responsables” de los sacerdotes abusadores “han sido destruidos o ni siquiera se han creado”.
En este sentido, el prelado que en 2012 fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal de la Comunidad Europea, afirmó que “la administración no ha ayudado a cumplir la misión de transparencia de la Iglesia, sino que “por el contrario, la ha oscurecido, la ha desacreditado y la ha hecho imposible”.
Entonces, en otro momento, sostuvo: “El pensamiento de algunas víctimas de abusos puede resumirse así: si la Iglesia pretende actuar en nombre de Jesús y yo soy tratado tan mal por la Iglesia o por su administración, entonces preferiría no tener nada que ver con Jesús”.
Por eso, propuso la necesidad de la rastreabilidad y de la transparencia que pasa a través de una administración eclesial no solo como “un instrumento, sino también un símbolo de la unificación de la humanidad y de la unidad de los hombres con Dios”.
Esto es también escuchar críticas legítimas e indicó que es importante poner en función procedimientos donde sea evidente: “quién ha hecho qué, cuándo, por qué y con qué fin y qué se ha decidido, rechazado o asignado”.
“No existen alternativas a la rastreabilidad y a la transparencia”, expresó el arzobispo de Munich y Freising (Alemania); Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana.
Sin embargo, evidenció, algunas objeciones: Por ejemplo la “violación del secreto pontificio”, así como “a la ruina de la reputación de los sacerdotes inocentes o del sacerdocio y de la Iglesia en su conjunto a través de falsas acusaciones, si se hacen públicas”.
“Los principios de presunción de inocencia y protección de los derechos personales y la necesidad de transparencia no se excluyen mutuamente”, declaró.
Ante los juicios equivocados. Se demostró a favor de “un procedimiento público y claramente definido”.
Argumentó que esto “establece un grado de credibilidad que permite rehabilitar la reputación de una persona acusada falsamente, que de lo contrario estaría expuesta a rumores si las investigaciones no fueran adecuadas, transparentes o concluyentes”.
Por otro lado, admitió que “transparencia no significa aceptación acrítica y difusión no regulada de noticias de acusaciones de abuso”.
El cardenal alemán ha pedido un proceso “transparente que aclare y especifique las acusaciones, y que siga los estándares generalmente aceptados con respecto a cuándo y cómo el público, las autoridades y la Curia romana deben ser informados”.
“Estos procedimientos estándar harán entender con claridad que no es la transparencia lo que daña a la Iglesia, sino los actos de abuso cometidos, la falta de transparencia o el encubrimiento consiguiente”.
Secreto pontificio en tiempos de internet
Respecto a la rastreabilidad y a la transparencia, en primer lugar, pidió la definición del objetivo y de los límites del secreto pontificio, ante los actuales “cambios sociales” y nuevos “patrones de comunicación”.
“En la era de las redes sociales, donde es posible que todos y cada uno establezcan contacto casi inmediatamente e intercambien información a través de Facebook, Twitter, etc., es necesario redefinir la confidencialidad y el secreto, y hacer una distinción con respecto a la protección de los datos”.
Normas de procedimiento transparentes
En segundo lugar, habló de “normas de procedimiento transparentes y reglas para los procesos eclesiásticos”. “Los procedimientos procesales, como los recursos legales, no tienen sentido sin las normas legales y procesales adecuadas, ya que esto equivaldría a arbitrariedad cuando se emiten las sentencias”.
Por ello, observó, las “normas procesales o transparentes y reglas para los procesos eclesiásticos es esencial”.
“La Iglesia no debe operar por debajo de los estándares de calidad de la administración pública de la justicia si no quiere ser criticada por tener un sistema legal inferior, que es perjudicial para las personas”.
En tercer lugar, la comunicación al público del número de los casos y de los detalles relativos en la medida de lo posible.
“La desconfianza institucional conduce a teorías de conspiración sobre una organización y la creación de mitos sobre ella. Se puede evitar si los hechos se exponen de forma transparente”.
Publicación de los sumarios judiciales
El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana reflexionó sobre la publicación de los sumarios judiciales. “Los procedimientos legales correctos sirven para establecer la verdad y constituyen la base de un castigo proporcional al delito”.
Además, expresó, “establecen confianza en la organización y en su liderazgo. La persistencia de las dudas sobre la correcta conducción de los procedimientos procesales no hace otra cosa más que dañar la reputación y el funcionamiento de una institución. Este principio también se aplica a la Iglesia”.
Cabe destacar que las consideraciones del cardenal Marx son producto del análisis del informe de 2018, MHG, sobre Abuso sexual de menores por parte de sacerdotes católicos, diáconos y miembros masculinos de órdenes en el dominio de la Conferencia de Obispos Alemanes.
El estudio fue promovido por los obispos alemanes para “determinar la frecuencia del abuso sexual de menores” por parte del clero e identificar las estructuras y las dinámicas dentro de la Iglesia que podrían favorecer el abuso. El informe se puede leer en inglés aquí.