El cierre de una compuerta del controvertido proyecto energético que se construye en Antioquia, al noroeste del país, secó provisionalmente un tramo del río Cauca y ocasionó la muerte de más de 40.000 peces
La Hidroeléctrica de Ituango, el colosal proyecto diseñado para suministrar el 17% de la energía eléctrica a Colombia, sigue en el ojo del huracán de la opinión de este país. A las supuestas fallas en su construcción que hace unos meses hicieron pensar en un desastre, ahora se suma el secamiento del río a niveles nunca vistos y la muerte de peces que servían de sustento a la población ribereña.
La decisión de la entidad encargada del proyecto, la estatal Empresas Públicas de Medellín —EPM—, de cerrar una de las compuertas para agilizar el llenado de la presa, produjo una dramática disminución del flujo de agua en el cauce natural del río Cauca, el segundo más importante de Colombia. Las consecuencias se notaron casi de inmediato ya que infinidad de peces de diversos tamaños empezaron a morir sobre las piedras o en las playas resecas.