“El Señor dijo a Moisés: Habla en estos términos a Aarón y a sus hijos: Así bendecirán a los israelitas. Ustedes les dirán: Que el Señor te bendiga y te proteja. Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia. Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz. Que ellos invoquen mi Nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré”.
Es la primera lectura de la liturgia católica del primer día del año nuevo, tomada del Libro de los Números.
En estos versículos se inspira la apertura de “Forever young” – “Por siempre joven” –, célebre canción de Bob Dylan, de buenos deseos para el comienzo del año.
“Que Dios te bendiga y proteja siempre / que se cumplan todos tus deseos / que trates bien a la gente / y dejes que los demás sean buenos contigo. / Que construyas una escalera a las estrellas / y subas un peldaño cada día. / Que siempre permanezcas joven / siempre joven, siempre joven, / que siempre permanezcas joven”.
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El sueño de Jacob
Otras imágenes bíblicas se superponen, como la “escalera hacia las estrellas”, que evoca la historia de Jacob y su sueño, narrado en el capítulo 28 del Libro del Génesis: “vio una escalinata que estaba apoyada sobre la tierra, y cuyo extremo superior tocaba el cielo. Por ella subían y bajaban ángeles de Dios”.
Esta trama entreteje la canción, publicada en el álbum “Planet waves” en 1974 y escrita por Dylan con el pensamiento en uno de sus hijos. Pero es un augurio que cualquiera puede dedicar a una persona querida, a un amigo, deseando su felicidad.
Que crezcas siendo buena persona / que crezcas siendo fiel / que siempre digas la verdad / y veas la luz a tu alrededor. / Que siempre seas valiente / permanezcas firme y fuerte. / y puedas permanecer por siempre joven / por siempre joven, por siempre joven / puedas permanecer por siempre joven”.
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¡Un himno a la vida!
Es un himno a la vida, una apertura al futuro, el deseo de la búsqueda de la belleza, para afrontar con determinación una vida encaminada hacia los demás, y con valor las dificultades que inevitablemente acompañan la vida cotidiana, hasta el final (RomaSette, 18 dicembre 2018).
“Forever Young” se inserta en el recorrido artístico de Dylan, que no se limita a citar la Biblia sino que, por decirlo así, “habla” la Biblia, le proporciona léxico, sintaxis, figuras retóricas y estructuras de pensamiento. “Sería demasiado poco decir que Dylan lee la Biblia, cita de la Biblia, o se deja inspirar por la Biblia”, escribe Alessandro Carrera.
“Dylan está literalmente atravesado por la Biblia, se hunde en la Biblia y con la Biblia vuelve a la superficie. No hay casi ninguna alusión oscura en sus canciones que no se remita a una referencia bíblica” (La Bibbia di Bob Dylan, Ancora editrice).
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Levítico y Apocalipsis
En una entrevista en Budapest en 1991 afirmó que leía “continuamente” la Biblia, y que prefería el Levítico y el Deuteronomio. Sobre el Apocalipsis añadía: “No vendrá con el agua, sino con el fuego, la próxima vez. Está escrito” (www.maggiesfarm.it/).
No es casualidad que desde sus inicios, en los años 60, ya se encuentren en muchas de sus canciones referencias bíblicas y religiosas, como en “Gates of Eden” o “With God on Our Side“, solo por citar alguna.
“Forever Young” en 1974 cierra esta fase “cristiana” de la carrera de Dylan para dejar espacio a la “gospel”, en la que los elementos bíblicos siguen presentes, pero de una manera menos marcada.
Hoy celebramos a...