La pretensión de Nicolás Maduro de iniciar un nuevo período de gobierno, a partir del 10 de enero, “carece de sustento democrático en la justicia y en el derecho”, denuncia el Episcopado VenezolanoLa Conferencia Episcopal Venezolana habló este 9 de enero, un día antes de la toma de posesión de Nicolás Maduro, ratificando su compromiso con el “pueblo de Venezuela al que pertenecemos y del cual somos servidores” y rechazando al “régimen de facto” de Nicolás Maduro que, de instalarse nuevamente para un segundo mandato el jueves 10 de enero, podría llevarlo “al desconocimiento” por provenir de un “origen ilegítimo”.
Durante la lectura de la exhortación pastoral: “Lo que hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron”, los obispos confirmaron sus lineamientos pastorales, valoraron su misión como pastores del pueblo de Dios y ratificaron la comunión de la iglesia venezolana con el Papa Francisco.
“Vivimos un régimen de facto, sin respeto a las garantías previstas en la Constitución y en los más altos principios de dignidad del pueblo”, leyó el cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, administrador apostólico de Caracas, acompañado del obispo de La Guaira, Raúl Biord Castillo y del obispo de Los Teques, Freddy Fuenmayor.
Para la Conferencia Episcopal Venezolana, igual que para el Parlamento controlado por los partidos políticos opositores y para buena parte de países de América Latina, Europa y Norteamérica, “la ilegitimidad” de lo que sería un nuevo gobierno de Maduro, tiene su origen en la convocatoria de elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2018.
“Fue ilegítima, como lo es la Asamblea Nacional Constituyente impuesta por el poder ejecutivo”, resaltó el cardenal Porras. “Por tanto, la pretensión de iniciar un nuevo período presidencial el 10 de enero de 2019 es ilegítima por su origen, y abre una puerta al desconocimiento del Gobierno porque carece de sustento democrático en la justicia y en el derecho”, expuso el también arzobispo de Mérida.
“Como pastores, tenemos la obligación de preguntarnos por el sentido ético de la gravísima situación que estamos viviendo. Nuestras apreciaciones nacen de una valoración moral sobre la dignidad humana violentada, el bien común irrespetado y la verdad manipulada”, pronunció en tono de reflexión.
“Es moralmente inaceptable”
Con la convicción de estar dispuestos a transitar el mismo camino del profeta y mártir, san Óscar Arnulfo Romero, Baltazar Porras leyó una de las frases más conocidas del arzobispo de San Salvador: “si hay un conflicto entre el gobierno y la Iglesia, no es porque la Iglesia sea opositora sino porque el conflicto ya está establecido entre el gobierno y el pueblo, y la Iglesia defiende al pueblo”, según expresó en 1979.
“El pueblo venezolano vive una situación dramática y de extrema gravedad por el deterioro del respeto a sus derechos y de su calidad de vida, sumido en una creciente pobreza y sin tener a quien acudir”. “Es un pecado que clama al cielo querer mantener a toda costa el poder y pretender prolongar el fracaso e ineficiencia de estas últimas décadas: ¡Es moralmente inaceptable!”, leyó Porras en la exhortación.
El también arzobispo de Mérida, aseguró que Dios no quiere sufrimientos en la población bajo el sometimiento de injusticias. Por eso, dejó ver la urgencia de “asumir el clamor popular de un cambio, de una concertación para una transición esperada y buscada por la inmensa mayoría”.
Más temprano, José Luis Azuaje Ayala, presidente de la CEV, escribía en Twitter
Hemos tenido dos días de profunda reflexión en favor de nuestro pueblo venezolano. Hay demasiado sufrimiento y ustedes lo palpan todos los dias en su comunidad. Si esto no cambia serán muchos más los crucificados en este valle de lágrimas. pic.twitter.com/YeLt7vJpSf
— Monseñor José Luís Azuaje Ayala (@ArzobispoMcbo) January 9, 2019
Iglesia abierta a todos los sectores
El martes 8 de enero la CEV recibió a la junta directiva de la Asamblea Nacional, encabezada por el diputado Juan Guaidó quienes los visitaron “para presentarse” luego de la juramentación del 5 de enero, y porque “esta casa está abierta a todos los sectores del gobierno y de la oposición”, dijo monseñor Raúl Biord Castillo.
El parlamentario presentó al Episcopado como propuesta para restituir el hilo constitucional y el Estado de Derecho en Venezuela, tres puntos fundamentales: “el cese de la usurpación del cargo por parte de Nicolás Maduro, generar una oportunidad para un Gobierno de transición y el llamado a elecciones libres y democráticas”.
“Sin duda alguna en el rescate y reconstrucción de la mejor Venezuela hacemos falta todos, y la Iglesia católica es parte fundamental para Gobierno de transición (…) es importante que se generen la articulación de factores como la comunidad internacional, la Iglesia y el pueblo venezolano”, dijo Guaidó a los periodistas.
Sin embargo, los obispos confirmaron que hasta ahora en el transcurso de la asamblea ordinaria que concluye el venidero 11 de enero, “no hubo ningún signo de acercamiento de las autoridades gubernamentales de dialogar con el episcopado venezolano”.