Crónicas de Navidad: La apuesta navideña de Netflix se queda a medio gas

Crónicas de Navidad es la apuesta de Netflix para estas navidades. Presentada como una superproducción de Hollywood la cinta viene confeccionada con todos los elementos propios de estas fechas según la tradición norteamericana, esto es Papá Noel, los renos y niños encantadores.

Además, el elenco que está detrás de la producción sabe muy bien lo que tiene entre manos de ahí que no por casualidad, entre sus créditos podamos encontrar nombres como el de Chris Clumbus, responsable de la franquicia Solo en casa y Harry Potter.

Sin embargo, digámoslo desde el principio, lo más interesante de Crónicas de Navidad no es su elenco, ni su historia, ni sus personajes que son todos y todas bastante aburridos. De hecho, ni si quiera sus efectos especiales destacan particularmente, todo lo contrario que su actor protagonista,Kurt Russell.

Para el aficionado a esto del cine la presencia de Russell tiene su pedigrí. El actor es recordado por su etapa como actor infantil en Disney en películas tan simpáticas como Mi cerebro es electrónico (1969), Un ejecutivo muy mono (1971) y Te veo y no te veo (1972).

Pero sobre todo, Kurt Russell permanecerá indeleble en la retina del aficionado por sus colaboraciones con John Carpenter en 1997. Rescate en Nueva York (1981), La cosa (1982) y Golpe en la pequeña China (1986).

Desde entonces Kurt Russell ha sido un poco como Dennis Quaid, nunca ha sido una estrella rutilante del firmamento cinematográfico pero siempre ha estado ahí. De hecho, su nombre lo podemos encontrar en éxitos como Guardianes de la galaxia Vol. 2 (2017), Fast and Furious 8 (2017), Los odioso ocho (2015) o Poseidón (2006). Y como decíamos, es lo mejor de una propuesta como Crónicas de Navidad.

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En el film de Clay Kaytis todo es tan obvio y tan manido que el único que logra mantener la atención en la pantalla es Russell. Ni si quiera sus buenas intenciones como cuento de Navidad repleto de buenas intenciones y milagros salvan la papeleta porque todo es tan vago y efímero que apenas resulta creíble. Por ejemplo, se habla mucho del espíritu de la Navidad pero no se trabaja en absoluto en el concepto y menos aún en cualquier tipo de religiosidad.

Así las cosas Crónicas de Navidad es una cinta inofensiva pero que poco o nada vale la pena. Imagino que solo los más pequeños familiarizados con Papá Noel sabrán disfrutarla o en todo casos, los frikis del fantástico amantes de la filmografía de Kurt Russell. En cualquier caso, dos supuestos demasiado extremos.