El informe sobre abusos sexuales en contra de menores por parte de miembros del clero de Pensilvania, emitido el mes de agosto de 2018, puede ser “superado” por el nuevo escándalo de abusos abierto en las diócesis del Estado de Illinois. Aunque aún es temprano para saberlo.
Mediante un informe preliminar publicado el pasado 19 de diciembre, la Procuradora General de Illinois, Lisa Madigan, ha subrayado que el abuso sexual de menores por parte del clero en el Estado es “significativamente más extenso” de lo que las diócesis de esa entidad “informaron anteriormente”.
El informe de Madigan –develado en Springfield, la capital política de Illinois—describe “los primeros hallazgos” de una investigación en curso sobre abuso sexual clerical en las seis diócesis católicas del Estado de Illinois.
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Un capítulo oscuro
En una declaración emitida justo después de la publicación del informe, el cardenal Blase J. Cupich de Chicago expresó su “profundo pesar a toda la Iglesia por nuestras fallas en abordar el flagelo del abuso sexual clerical”.
El cardenal Cupich reconoció que ha sido “el coraje de las víctimas-sobrevivientes lo que ha arrojado luz purificadora sobre este capítulo oscuro en la historia de la Iglesia” de Estados Unidos; un capítulo que, durante este año, la ha hecho tambalearse de manera muy peligrosa.
En noviembre, la arquidiócesis de Chicago había añadido el nombre de diez clérigos en la lista de abusos sexuales creíbles en contra de menores de edad. Pero parecería que ni en esta circunscripción ni en las otras diócesis de Illinois se ha llegado a elaborar una lista completa.
El informe de Madigan revela que, en algunos casos, las diócesis del estado “no realizaron investigaciones adecuadas sobre las denuncias de abuso” a menores, especialmente cuando el sacerdote había fallecido, había dejado el ministerio o era miembro de una orden religiosa.
Por ello, en un comunicado, la arquidiócesis de Chicago reconoció que lo primero y más importante, es reconocer “el grave daño” causado a las muchas personas perjudicadas por el abuso sexual del clero, así como “por las fallas pasadas en responder” al reclamo de las víctimas.
La arquidiócesis de Chicago ha mantenido “uno de los primeros y más grandes programas de asistencia a las víctimas” de Estados Unidos. Desde 1991 ha brindado asistencia a más de 400 víctimas sobrevivientes y a sus familias.
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Historias desgarradoras
El informe de Madigan relata que, “en muchos casos”, las víctimas de abuso sexual sufrido cuando eran niños destruyó sus vidas. Los sobrevivientes reportaron haber luchado contra el alcoholismo, el uso de drogas, las crisis de salud mental y los intentos de suicidio. Hablaron de carreras fallidas, matrimonios rotos y relaciones tensas con seres queridos, incluidos sus propios hijos.
Con frecuencia, los sobrevivientes compartieron que el abuso que sufrieron cuando niños y niñas les impidieron “desarrollar todo su potencial”, señala el informe. Incluso los que han podido llevar “vidas productivas” todavía cargan con el peso del abuso.
“Las historias son desgarradoras” dice el informe preliminar de Illinois. Muchas de las víctimas aseguran que no las diócesis en las que presentaron sus quejas no tomaron medidas en contra del abusador o no dieron seguimiento a las acusaciones.
“Como resultado, los sobrevivientes han luchado para curarse, recibir justicia y cerrar sus casos . En su opinión, la Iglesia Católica continúa fallando en abordar décadas de abuso sexual por parte del clero ”, dice el informe de Madigan.
185 versus 500
Hasta antes de este 19 de diciembre, las seis diócesis católicas de Illinois habían identificado públicamente a 185 clérigos acusados “creíblemente” de abuso sexual, los nombres de más de 500 sacerdotes o diáconos acusados de abuso no han sido divulgados públicamente, según el informe.
Si bien sus hallazgos fueron solo preliminares, el informe dijo que la oficina del fiscal general “ha revisado suficiente información para concluir que las diócesis de Illinois no resolverán la crisis de abuso sexual del clero por su cuenta”.
La diócesis de Joliet dijo que no recibió ninguna indicación formal o informal de la Fiscal General de que no haya investigado adecuadamente cualquier acusación de abuso y que tampoco ha recibido información de parte de Madigan sobre cualquier inexactitud u omisión en sus archivos que pueda generar adiciones o correcciones a la lista de sacerdotes con alegatos creíbles que se encuentran en su sitio web.
“La Diócesis de Joliet expresa su genuino pesar y profunda simpatía por las víctimas y sobrevivientes de abuso sexual por parte del clero en la Diócesis y en otros lugares. Estamos comprometidos a promover la curación y la reconciliación de los sobrevivientes”.
La diócesis de Springfield también expresó su pesar. “Revisar el dolor causado a las víctimas de abuso nos ha motivado a redoblar nuestros compromisos con las reformas emprendidas hace muchos años y mantener nuestra vigilancia”, dijo el obispo Thomas Paprocki en una declaración el 19 de diciembre.
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