El reloj está corriendo. El tiempo sigue su marcha implacable. Si las cosas se mantienen igual, todo indica que el gobierno federal de Estados Unidos “cerrará” sus funciones al término de esta semana laboral.
El origen del “cierre” del gobierno estadounidense no son las fiestas navideñas ni las de fin de año; el diferendo que enfrenta a Republicanos y Demócratas en el Congreso es la construcción de un muro de 3.128 kilómetros en la frontera con México.
El presidente Donald Trump “exige” al Congreso, cuya Cámara baja está dominada por los Demócratas, tras las elecciones del pasado mes de noviembre– un presupuesto de 5.000 millones de dólares para el primer tramo de la construcción del muro; su más famosa promesa de campaña y su más fuerte apuesta de cara a las próximas elecciones federales de 2020.
Una dirección equivocada
Desde luego, los Demócratas no están dispuestos a votar a favor de ese presupuesto. Con palabras contundentes Chuck Schumer, líder Demócrata en el Senado, avisó que su bancada no está dispuesta a ceder a los reclamos del presidente: “No vamos a dejar que un berrinche nos empuje en una dirección que, incluso, nuestros colegas Republicanos saben que es equivocada”.
Los Demócratas han ofrecido un presupuesto de seguridad fronteriza –dejando claro que dicho presupuesto no podrá ser destinado a construir “el muro”– de 1.300 millones de dólares; recurso que podrá ser utilizado para reforzar las cercas ya existentes y aumentar la tecnología de protección.
Fuera de esta concesión, los Demócratas en el Senado (con mayoría Republicana) y en la Cámara de Representantes no tienen pensado ceder más. Y sin sus votos, el gobierno está siendo orillado a cerrar parcialmente. Como consecuencia, aproximadamente una cuarta parte de la administración federal dejaría de funcionar el viernes a media noche.
A casa, pero sin sueldo
Esto afectaría a los departamentos de Seguridad Nacional, Transporte, Agricultura, Estado y Justicia, y también al sistema de parques nacionales. Y no solo eso, cientos de miles de empleados federales serían enviados a sus casas en épocas navideñas… sin goce de sueldo.
Las dos partes buscan culpar al otro por el cierre del gobierno. Una dinámica política que se ha vuelto costumbre en Washington. Por un lado, Trump culpa a los Demócratas, argumentando que su postura mina la seguridad de los estadounidenses. Los Demócratas acusan al presidente de populista y xenófobo, y de ser el principal instigador del cierre de gobierno.
Es más, Trump ha declarado que se sentiría “orgulloso” de este cierre de gobierno, si eso significa dejar patente ante sus votantes su férrea lucha por construir el muro. Su “pasión” por detener inmigrantes indocumentados –sobre todo mexicanos– rebota contra “otro” muro, que nada tiene que ver con el presupuesto: que el número de cruces de mexicanos “ilegales” llevan más de una década a la baja, y los últimos tres años, se muestra en una “peligrosa decadencia” para dos de las economías más fuertes del mundo: la de California y la de Texas.
Un muro que es una vergüenza (Fotografías):
Símbolo de división, de racismo y de odio
Al mismo tiempo, en la frontera sur el drama humanitario continua. Se acerca la Navidad y el mensaje de Belén se estrella contra la coraza del egoísmo humano, ciego al dolor de los otros y sordo a sus gritos de desesperación. El muro de Trump –incluso imaginario, como lo es hoy– se ha convertido en un símbolo de nuestra época, como en su tiempo lo fue el muro de Berlín. En un símbolo de división, de racismo y de odio.
El muro, aún si nunca se llega a construir, ya existe en la realidad. No se necesitan los ladrillos para materializar la separación que hoy destruye a miles de familias, mata a niños sin misericordia y da nueva vida al siniestro argumento de que “el hombre es el lobo del hombre”.
Ante este muro imaginario que divide a México de Estados Unidos, y que también divide a México de Centro América, a los ricos de los pobres, a los poderosos de los humildes, a los fuertes de los débiles, no hay más batalla que la silente aprehensión de la Buena Nueva. Los muros no solo los construye Trump, quien lo único que va a lograr es cerrar el gobierno.. Los muros existen y nos rodean y nos desvinculan con su separación. La esperanza reside en la unidad.
Hoy celebramos a...