Nos lo contaron desde el principio. Pediatras, comadronas… El inmediato 'piel con piel' del recién nacido con su madre ayuda a que el niño se enganche antes al pecho, a mantener su temperatura corporal, a reforzar el vínculo, a que el bebé se sienta más seguro, e incluso a que disminuya el dolor postparto de la madre.
También sabemos que dar el pecho ayuda a generar más y mejores defensas al bebé y a la madre a recuperarse antes. Tocar, tocar, tocar. Y es que los bebés, si no ven a la madre, si no la pueden tocar, se sienten en peligro. ¿Verdad que tu hijo se calma con un abrazo tuyo después de una caída? ¿Y que aún se duerme en tus brazos si está malito? Y le encanta que le den la mano cuando va en la silla del coche...
Tocarlos, abrazarlos, portearlos, es una forma de decirles que están seguros, que son queridos y aumentar ese vínculo que se crea entre el bebé y la madre y también el padre. Tener y llevar al bebé en brazos sólo tiene ventajas -vale, hay que cuidar esa espalda, pero eso siempre, no sólo por el peso del bebé-. Lo sabemos por la práctica, pero además la ciencia nos lo recuerda cada día.
Es más, estudios científicos señalan que llevar a tu bebé en brazos ayuda a su desarrollo genético, en lo que se conoce como epigenética. Desde la Universidad British Columbia afirman que los niños que van más en brazos “pueden ser más maduros” genéticamente y concluyen que los bebés que reciben más abrazos en sus primeros meses de vida tienen mejores respuestas inmunológicas y de metabolismo.
El estudio, publicado en Development and Psychopathology, involucró a 94 niños sanos en la Columbia Británica. Investigadores de UBC y BC Children's Hospital pidieron a los padres de bebés de 5 semanas que mantuvieran un diario del comportamiento de sus bebés (como dormir, quejarse, llorar o alimentarse), así como la duración del cuidado que involucraba contacto corporal. Cuando los niños tenían alrededor de 4 años y medio, se tomó una muestra de su ADN tomándoles una muestra del interior de sus mejillas.
En la misma línea, otro estudio de la Universidad de Cambridge apunta a que los niños que reciben menos abrazos y menos contacto físico, además de sufrir más angustia, muestran un retraso en el desarrollo molecular a edades tempranas.
El estudio se ha realizado llevando un estricto control sobre el número de veces que las familias tocaban y abrazaban a sus bebés. ¿Las conclusiones? Los bebés más abrazados y porteados tienen a los 4-5 años un desarrollo molecular superior. Son las mismas conclusiones extraídas en el mismo experimento con animales, porque aunque pueda sorprender es algo que se había estudiado en otras crías de mamíferos antes que en los bebés humanos.
¿Hay peligro de malcriar si abrazas a tu hijo?
Estos dos estudios científicos sirven para contestar, una vez más, a esas voces que a veces te dicen, 'no lo cojas tanto, que lo vas a malcriar'. Y es que todavía es común escuchar eso de 'no lo duermas en brazos, que se acostumbra'.
Pero tu contacto, tu olor, tu mismo latido es un calmante y un refugio para él. Lejos de hacerle más débil o dependiente le está dando seguridad para moverse en el mundo. Pues eso, que ahora ya sabemos no sólo que es una buena costumbre, sino que es excelente para su desarrollo tanto mental como biológico. Así que, toma a tus hijos en brazos todo lo que puedas.