La Cuaresma está llegando a su fin.
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¿Te ha pasado que terminas una relación con alguien y te has quedado con las ganas de haberle dicho algo, o quizá simplemente de despedirte porque, por alguna razón, no lo pudiste hacer?
A esto se le llama comunicaciones incompletas. Eso quiere decir que nos faltó algo por decir o hacer para así sentir que ya terminamos con ese capítulo, que ya cerramos esa puerta o que ya clausuramos esa historia y estamos listos para seguir adelante.
Recordemos que nuestra vida es como un tren al que suben y bajan personas, unas más significativas que otras, con el común denominador que todas traen consigo una enseñanza.
Llegan sin avisar, por una causalidad -motivo-, pero lo realmente doloroso es cuando se van sin despedirse o cuando nosotros no estábamos listos para que se fueran. Es decir, cuando salen de nuestras vidas cuando menos lo esperábamos o cuando no queríamos que lo hicieran. ¡Ah, qué dolor!
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¿Y ahora qué se hace con tantas palabras que traemos metidas en el corazón y que a nuestra boca le gustaría pronunciar? ¿Tenemos que volver a contactar con aquel que fue amigo, jefe, o novio para decirle todo lo que nuestro ronco pecho trae acumulado?
¡No, nada de eso!
Para soltar o desprendernos de una persona no la debemos tener delante de nosotros, ni mucho menos la tenemos que buscar. Es decir, no la necesitamos para cerrar nuestro ciclo con ella.
Para despedirnos de esas personas o circunstancias con quien creemos que dejamos algo pendiente basta con comenzar por decir adiós con una actitud de gratitud y perdón hacia ellas, de esta forma nos será más sencillo poder continuar con nuestra vida; es decir, vivir más libres.
Para que logres hacer este cierre personal, te sugiero que hagas este ejercicio de introspección en el que escribirás: “gracias por…”, “te perdono por… y te pido perdón por…” y “adiós”.
Escribe todo esto en una carta que luego te leerás en voz alta frente al espejo imaginando que tienes delante de ti a esa persona.
Obviamente es una carta que nunca le darás y que al final destruirás. Recuerda ponerle mucho, pero mucho sentimiento y si salen lágrimas qué mejor.
Gracias por… Haz una lista clara de todo lo que quieras darle gracias.