Si estás escondiendo la barriga y temes la reacción de tu jefe o equipo de trabajo, estos consejos pueden ayudarte. Estás de enhorabuena, esperas un hijo y no tienes porqué ocultarlo por más tiempo.
Las mujeres trabajadoras saben que compartir la noticia de un embarazo —esperado o no— con su jefe o jefa puede resultar algo complicado. Algunos jefes se alegrarán por ti, facilitarán las cosas e incluso te tranquilizarán sobre los ajustes que tendréis que hacer para cubrir tu baja, pero otros son menos flexibles y sabes que pueden reaccionar de forma desagradable sobre esta gran noticia para tu vida personal que, en parte, puede afectar a tu rendimiento laboral. Es por eso que muchas mujeres temen afrontar este anuncio y deciden postergarlo al máximo.
En Aleteia queremos ayudarte a dar el paso. En tu vientre cuentas con tu mayor tesoro, no lo olvides. Esperamos que estos consejos que permitan comunicar tu estado de la forma más sencilla posible.
1. Investiga un poco
Entérate de cómo ha tratado antes tu empresa a las mujeres que han anunciado embarazo y baja por maternidad.
¿Es probable que tu jefe te felicite alegremente o que se lo tome con una mínima normalidad?
¿Ha habido en el pasado casos en los que mujeres embarazadas fueron marginadas o tratadas injustamente por culpa de su maternidad?
¿Qué dijeron los trabajadores sobre sus colegas embarazadas cuando se tomaron la baja por maternidad?
¿Existió la percepción de que la empleada embarazada X “no estaba comprometida” con su trabajo?
Familiarízate con la cultura de tu empresa, si es que no la conoces ya, y con la forma en que se considera y trata a las empleadas embarazadas. Una vez conozcas las perspectivas habituales, podrás planear una forma de contrarrestar algunos de los prejuicios (si los hubiere) haciendo una campaña positiva en tu beneficio.

2. Avisa con suficiente antelación
Si tu trabajo es bastante intenso y requiere que alguien te sustituya en tu ausencia, entonces querrás dar tiempo suficiente a tus supervisores y compañeros para encontrar y formar a alguien que te cubra mientras estás fuera.
Por respeto, no dejes que tu jefe o jefa sea la última persona de la oficina que se entere de tu embarazo. Una vez lo sepa tu jefe, luego podrás decírselo a tus colegas y clientes.
Además, da la noticia cara a cara, no por correo electrónico o por teléfono. Ciertas conversaciones son mejor en persona.
3. Ayuda a esbozar un plan de transición
Quizás también quieras elaborar algunas propuestas creativas para organizar tu trabajo en tu ausencia o incluso sugerir cómo contribuir desde tu casa (si fuera posible). Esto, además, es una forma de valorizar tu profesionalidad y tu responsabilidad con la empresa.
Haz todo lo que puedas para quitar algunas de esas cargas de los hombros de tu jefe, encuentra soluciones para los problemas que tú ya conoces mejor de tu puesto. Tu contribución será bienvenida.
4. ¡No te disculpes!
Si compartes la noticia de tu embarazo con aspecto de culpa, aprensión e inquietud, quizás provoques una respuesta negativa en tu responsable. Recuerda: todo el mundo en la oficina nació de una mujer. El embarazo es un regalo y una parte normal de la vida, ¡no algo por lo que haya que disculparse!

5. En el peor de los casos, recuerda tus derechos
Hay mucho que depende de la cultura del lugar de trabajo, pero recuerda que incluso si en tu empresa no te apoyan siempre tienes recursos. ¡La ley te ampara y está de tu lado!
La discriminación contra una empleada embarazada es ilegal y puede ser objeto de denuncia. Así que si terminas en una situación de pesadilla con una discriminación obvia, empieza a documentarlo todo con recursos humanos y llama a un abogado para discutir tus opciones. No se suele llegar a esto, pero hay casos en los que quizás sea necesario.
Casos excepcionales al margen, anunciar tu embarazo en el trabajo es con frecuencia más fácil de lo que crees, en especial si tienes un plan previsto para que tu trabajo no se estanque en tu ausencia. En definitiva, la clave está en ponerte en la piel de tu jefa o jefe e intentar pensar en cómo ayudarle a cumplir con los objetivos de la empresa mientras no estás. Con trabajo en equipo y una buena distribución de tareas, sin duda es posible.