Una propuesta de turismo responsable en Chile y las sorprendentes iglesias andinas, patrimonio de Arica y Parinacota
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Los aymaras se distribuyen entre Perú, Bolivia y Chile; geográficamente en el país austral se ubican en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta donde los aymaras formaron en el siglo XII esta etnia formó los señoríos y confederaciones que, con base en el altiplano, colonizaron los valles al oriente y poniente de la cordillera de los Andes. Fue a mediados del siglo XV, que los incas conquistaron el altiplano y sometieron los señoríos aymaras.
La conquista española, llevada a cabo por Francisco de Pizarro en 1532, inició un período de profundos cambios para la sociedad aymara; fueron repartidos en encomiendas, y en 1570, se ordena la reducción de los indígenas en pueblos, el traspaso de las encomiendas a la corona española y el envío anual de trabajadores a las minas de plata de Potosí en Bolivia. Asimismo, en esa misma década se instalaron las primeras misiones estables en territorio aymara.
La evangelización de los pueblos andinos fue una tarea prioritaria para la Iglesia católica una vez que se consolidó la conquista de esos territorios. Se inició una discusión sobre los métodos que debían ser empleados en la evangelización de los pueblos indígenas; este conflicto se resolvió en tres concilios provinciales celebrados en Lima entre 1552 y 1583. En ellos, se estableció el cuerpo doctrinal que debían priorizar los misioneros, las oraciones y fiestas que se debían guardar, y el uso de las lenguas quechua (de los incas) y aymara como herramienta clave en el proceso de cristianización de la población indígena.
Además, se publicó un libro que contenía la doctrina y el catecismo traducidos al quechua y al aymara. En una primera etapa serán los dominicos y franciscanos quienes llegarán al altiplano y después serán los jesuitas y agustinos quienes llevarán a cabo las misiones y la construcción de las iglesias que hoy se denomina Ruta de las Misiones.
Las iglesias andinas son parte del patrimonio de la región de Arica y Parinacota; y nacen a partir de fines del Siglo XVI en torno a la Ruta de la Plata de Potosí, que conectaba el legendario mineral con el puerto de Arica. Los sencillos templos son hasta el día de hoy un centro de encuentro de la cultura ancestral sur andina con la influencia religiosa y cultural europea.
Estos templos misionales han sido resguardados por sus comunidades mediante los cargos tradicionales de mayordomos, fabriqueros y cantores, convirtiéndose en refugios de la espiritualidad y cultura ancestral andina.
“La Ruta de las Misiones es una propuesta de Turismo Responsable: El viajero que visita el territorio aporta efectivamente a la conservación de los tesoros naturales y culturales que custodian las comunidades andinas”, lo anterior es una promesa de esta organización integrada por Fundación Altiplano, Comunidades Andinas, Obispado de Arica, Gobierno Regional y colaboradores.
Conociendo algunas iglesias del altiplano chileno: