¡Sí!
Esta palabra de respeto y obediencia a Dios fue determinante para dar inicio a la historia de la salvación. Fue dicha por María al arcángel Gabriel, después de haber aceptado concebir al Hijo Eterno del Padre, sin poner ningún obstáculo al plan y a la voluntad de Dios:
“He aquí la servidora del Señor. Que se cumpla en mí lo que has dicho” (Lc 1,38).
Ella permaneció virgen al concebir al niño Jesús, virgen en el momento de dar a luz, siempre virgen.
En nombre de cada uno de nosotros, María dice “sí” a Dios y la salvación llegó a todos.
“María es llamada nuestra Madre porque cooperó con su caridad para que, nosotros, fieles, naciéramos a la vida de la gracia como miembros de nuestra cabeza, Jesucristo”, dice san Agustín.
El “sí” de María hace de ella la Madre del Señor, la Madre de la Iglesia y la Madre de cada hermano de Jesús rescatado por su sangre.
Es por ello, que el día 8 de diciembre de cada año, la Iglesia celebra con mucha alegría la fiesta de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora. Que podamos decir nuestro “sí” cotidiano como María.
Para conmemorar esta fecha, estás invitado a participar en la Novena de la Inmaculada Concepción y aprender a decir SÍ con María
¿Cuándo dijiste “sí” por última vez?
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Hoy celebramos a...