“Ella es la Madre amorosa y el Auxilio de los cristianos, para quienes obtiene del Señor la fortaleza y el consuelo en el dolor”, expresó el Papa. El papa Francisco denunció que este mundo dirige su mirada a hacia el otro lado ante la dramática situación de los cristianos que son perseguidos y asesinados en un número cada vez mayor. Lo dijo hoy en la audiencia a los miembros de la Consulta de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, en curso en Roma del 13 al 16 de noviembre.
Además del martirio de sangre de los cristianos, también dijo que existe su “martirio blanco”, como “por ejemplo el que tiene lugar en los países democráticos cuando la libertad de religión es limitada”.
“Y este es el martirio blanco diario de la Iglesia en esos lugares. A la labor de ayuda material para las personas tan duramente tratadas”, exhorto al Consulta de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén a unir siempre la oración y la acción, a invocar constantemente a Nuestra Señora, a quien veneran con el título de “Nuestra Señora de Palestina”, Auxilio de los cristianos.
“Ella es la Madre amorosa y el Auxilio de los cristianos, para quienes obtiene del Señor la fortaleza y el consuelo en el dolor”, expresó.
En este contexto, el Pontífice ha bendecido un icono de Nuestra Señora de los Cristianos Perseguidos. Copias de la imagen serán enviadas a cada una de las Lugartenencias de la Orden, presentes en más de treinta naciones.
El Papa instó a ver a María como madre junto con su intercesión especial para aquellos cuya vida y libertad están en peligro, especialmente en Oriente Medio.
El Papa agradeció las numerosas actividades espirituales y de caridad que realiza la Orden en beneficio de las poblaciones de Tierra Santa. Los miembros se reúnen para los trabajos de la Consulta en la asamblea general que se celebra cada cinco años en la sede de Pedro.
“Agradezco su apoyo a los programas de utilidad pastoral y cultural y os aliento a continuar con vuestro compromiso, al lado del Patriarcado Latino, para hacer frente a la crisis de refugiados que en los últimos cinco años ha llevado a la Iglesia a proporcionar una respuesta humanitaria significativa en toda la región”.
El Papa indicó que es una buena señal las iniciativas que realizan en el campo de la formación y la asistencia sanitaria, abiertas a todos, independientemente de las comunidades a las que pertenezcan y de la religión profesada.
“De esta manera, contribuyen a allanar el camino hacia el conocimiento de los valores cristianos, la promoción del diálogo interreligioso, el respeto mutuo y el entendimiento recíproco”.
Desde la última Consulta de 2013, – explicó Francisco – la Orden ha crecido en el número de sus miembros, en la expansión geográfica con la creación de nuevas articulaciones periféricas, en la asistencia material que ha ofrecido a la Iglesia en Tierra Santa y en el número de peregrinaciones de sus miembros.