El testimonio de vida de Carlo Acutis, adolescente que muere a los 15 años a causa de una Leucemia fulminante en 2006 y que el Papa Francisco ha declarado ‘venerable’ este año, está acercando a muchas personas a la fe. Inició con su propia madre, Antonia Salzano, que lo considera hoy un “pequeño salvador” que le enseñó el amor hacia la Eucaristía.
Ella está viajando por varios lugares para hablar de la historia de este pequeño genio de la informática que iba todos los días a misa y tuvo una vida plena, normal, pero extraordinaria en la manera como ocupaba su tiempo: estudio, familia, voluntariado en beneficio de otros niños y ancianos, testimoniaba una fe pura y concreta.
“Carlo desde pequeño era un alma muy devota. Él amaba ir a la iglesia, rezar, profundizar en la fe. Yo estaba alejada, crecí en una familia laica, pienso como millones de personas. Por lo tanto, tener este hijo que me hacía insistentes preguntas sobre la fe, que me obligaba a reflexionar.Esto ha sido un motivo para acercarme a la Iglesia”y a los “sacramentos”.
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