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El régimen comunista de Vietnam, una de cal y otra de arena con la Iglesia

VIETNAM
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Salvador Aragonés - publicado el 05/11/18
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Mientras el gobierno alaba la labor de Cáritas, por un lado, persigue la titularidad y propiedad de algunas religiosas, que se manifestaron en Hanói y Ho Chi Minh City para protestarEl régimen comunista del Vietnam da una de cal y otra de arena en sus relaciones con la Iglesia católica, cuyas relaciones diplomáticas no están todavía normalizadas.

El gobierno, a través del vicepresidente de la Comisión de Asuntos Religiosos de Hanói, Duong Negog Tan, elogió la labor de Cáritas de Vietnam en la celebración del décimo aniversario de la reanudación de sus actividades (Cáritas fue prohibida por el régimen comunista en 1976, apenas tomó el poder). Y añadió: “Cáritas Vietnam desarrolla muchas actividades para ayudar a personas realmente pobres –prosiguió- y sostiene a poblaciones que viven en regiones remotas y montañosas”.

Participaron en esta celebración el arzobispo Marak Zalewski, nuncio en Singapur y “representante no-residente” de la Santa Sede en Vietnam, quien concelebró una misa de Acción de Gracias por la labor de Cáritas, junto con el presidente de este organismo, el obispo Tomás Vu Dinh Hieu, obispo de Bui Chu, sufragánea de Hanói, y sacerdotes participantes en esta reunión titulada “Promover la solidaridad”.

El obispo Vu exhortó a los voluntarios a tener una mirada trascendente y a “trabajar con los hermanos y hermanas que viven a nuestro alrededor”. “La solidaridad –señaló el obispo- es la dimensión profunda de las personas que viven unidas en una sociedad. La solidaridad comprende la idea de la comunión, de compartir el sufrimiento de los pobres, la misericordia y el amor para con los ancianos que están solos y hacia los niños que han sufrido la violencia o las personas menos afortunadas”.

Manifestación de monjas en Hanói y Ho Chi Minh City

Por otro lado, en Vietnam sigue sin resolverse el conflicto creado por las autoridades vietnamitas en relación con los terrenos y conventos de religiosas y religiosos en distintas partes del territorio. Las autoridades se han incautado de terrenos pertenecientes a los monasterios. Estas incautaciones afectan incluso al monasterio más antiguo de Ho Chi Minh City (antiguo Saigón).

El pasado mes de mayo, sendos grupos de religiosas vietnamitas católicas, pertenecientes a la Comunidad de las Hermanas Vietnamitas de San Pablo, se manifestaron por las calles del centro de Hanoi y Ho Chi Minh City para reclamar que no sean expropiados sus terrenos.

En Hanoi la protesta se hizo delante del Ayuntamiento. Ellas protestan porque se ha decidido la construcción de locales de negocio en los terrenos que son de su propiedad, anexos al convento. En 1954 el gobierno comunista de Hanoi confiscó todo el convento, pero luego devolvió una pequeña parte. Ahora, una parte de esta pequeña parte se lo quieren quitar. Las monjas intentaron detener las máquinas excavadoras, y algunas de ellas resultó herida, según informa Radio Free Asia.

Mientras orábamos frente a la propiedad, muchos paisanos, policías y matones llegaron a usar la violencia contra nosotras para poder traer sus materiales”, dijo Teresa Tu, una de las monjas de la Congregación de las Hermanas de San Pablo.

La propiedad, ubicada en el número 5a-5b de la calle Quang Trung, en el distrito Hoan Kiem de Hanói, ha pertenecido a la orden de San Pablo desde 1949, dijo Tu. El obispado de Hanói ha protestado en distintas ocasiones por la apropiación, por parte del gobierno, de propiedades de la Iglesia.

En Ho Chi Minh

En Ho Chi Minh City, las monjas de la misma Comunidad de las Hermanas Vietnamitas de San Pablo acusan al gobierno de confiscar ilegalmente sus propiedades, y su histórico monasterio, para dedicarlo a instalaciones gubernamentales, como oficinas públicas y una comisaria de la policía.

El 5 de diciembre de 1975 se firmó un acuerdo con el gobierno, por el que la Arquidiócesis de Saigón otorgaba al gobierno el uso de las instalaciones para el año escolar 1975-76 solo con fines educativos, mientras que el título de propiedad quedó en manos de la Iglesia Católica. Además, en caso de que los locales se utilicen para fines diferentes, el acuerdo establece que “ambas partes deben dar su consentimiento”.

Las escuelas se cerraron el 5 de septiembre de 2011. Las autoridades locales han asignado a una de ellas (la escuela primaria Thu Thiem en el Distrito 2) como oficinas gubernamentales.

En los últimos 12 años, las autoridades locales han presionado repetidamente a las hermanas para que abandonen su histórico convento, el más antiguo de Saigón, para allanar el camino hacia nuevos proyectos urbanísticos.

En el convento de Thu Thiem viven unas 570 religiosas, 381 con votos perpetuos, 98 con votos temporales y unas 100 postulantes.

Esta congregación de religiosas ha estado en Vietnam desde la fundación de la comunidad, en 1840 y cuenta hoy con un millar de religiosas.

Otro tanto ocurre con el monasterio benedictino de la provincia de Thua Thien Hue, cuyos monjes protestaron por la incautación del territorio perteneciente a su monasterio, y por la decisión de las autoridades de trasladar a otra provincia al abad del monasterio, padre Nguyen Van Duc, que había protestado por tal incautación

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