La Santa Sede siempre ha rechazado que haya ocultado información sobre los casos de desaparición de Orlandi – Gregori, y que vuelven a ser noticia debido al misterioso hallazgo. Se investigará el ADN
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El Vaticano informó que durante algunas renovaciones de un local anexo a la Nunciatura Apostólica en Italia, ubicada en Roma, en Via Po 27, se encontraron algunos fragmentos de huesos humanos.
Alrededor de la noticia crece la expectativa de las familias de dos jóvenes de 15 años desaparecidas misteriosamente hace 35 años (7 de mayo y 22 de junio de 1983): Emmanuela Orlandi y Mirella Gregori.
Orlandi, era hija de un empleado de la Santa Sede, Ercole Orlandi, funcionario de la Prefectura de la Casa Pontificia, y tenía pasaporte vaticano. Los restos de las jóvenes nunca fueron hallados.
“El Cuerpo de la Gendarmería intervino rápidamente en el lugar, informando a los Superiores de la Santa Sede que informaron de inmediato a las Autoridades italianas para las investigaciones apropiadas y la colaboración necesaria en el asunto”, se lee en un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede de este martes 30 de octubre de 2018 en la noche.
En la actualidad, “el Fiscal General de Roma, Dr. Giuseppe Pignatone, ha delegado a la Policía Científica y el Escuadrón Móvil de la Sede de la Policía de Roma para establecer (estudiando los huesos) la edad, sexo y fecha de la muerte”. Tras 7 días se podrían conocer los resultados de los exámenes forenses.
Según la prensa italiana parecería que no es la primera vez que se encuentran restos humanos en la villa de propiedad de la Santa Sede, construida en 1920, desde que fuera donada en 1949 por un rico hombre de negocios judío, Abraham Jacob Isaiah Levi, quien fuera protegido por Pío XII en el Vaticano de la persecución nazi fascista.
Sobre los casos de Emmanuela Orlandi (ciudadana vaticana) y Mirella Gregori han corrido ríos de tinta, pero sin llegar a un esclarecimiento del paradero de las entonces menores de edad. Fuentes vaticanas aseguran que es prematuro considerar la hipótesis de que los restos humanos sean de las dos chicas.
La crónica italiana relaciona las desapariciones a varios misterios italianos y el Vaticano: el intento de asesinato de Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981 por parte del ciudadano turco Mehmet Ali Agca, el terrorismo, los servicios secretos, la banda de la Magliana (mafia que en esos años dominaba la criminalidad en la capital italiana) y la investigación al sacerdote rector de la Basílica de Sant’Apollinare, monseñor Pietro Vergari, que intercedió para que el jefe de la banda romana Enrico de Pedis tuviera cristiana sepultura en la cripta de la prestigiosa iglesia del centro de Roma, reabierta en 2017, pues se pensaba que era allí donde estaban los restos de Orlandi.
La prensa italiana informó de la hipótesis que considera responsable a la banda de la Magliana del posible secuestro de Orlandi, debido a intrigas por el dinero de la mafia siciliana y romana supuestamente consignado en el banco vaticano, IOR, y el escándalo del Banco Ambrosiano quebrado en su momento. Otra de las teorías sobre la desaparición de Orlandi es que la raptó un grupo turco para forzar la liberación de Agca. Y otra más relacionada a la masonería que realizaba ritos y orgías.