La guerra bloquea mucha de la ayuda necesaria, los sistemas de apoyo se colapsan“Existe un claro y presente peligro” de que el pueblo de Yemen quede sumido en una “hambruna inminente”, afirmó el coordinador humanitario de la ONU, Mark Lowcock. La situación, según afirma, es “más grande que lo que cualquier trabajador humanitario se haya encontrado a lo largo de su vida profesional hasta ahora”.
Lowcock declaró ante el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 23 de octubre que “el sistema inmunológico de millones de personas que han dependido durante años de ayudas alimentarias ahora se está colapsando literalmente, haciendo que sean más propensos a sucumbir a la malnutrición, el cólera y otras enfermedades, en especial entre niños y ancianos”.
Basándose en análisis y estudios recientes, la oficina de Lowcock dijo que hasta 14 millones de personas, la mitad de la población del país, podría ser dentro de poco “dependiente por completo de ayuda humanitaria para sobrevivir”. Sin embargo, la violencia continúa en la ciudad portuaria clave de Hodeidah, donde las fuerzas yemeníes respaldadas por Arabia Saudí lanzaron una ofensiva contra los rebeldes hutíes a principios de este año, por lo que la ayuda internacional podría no llegar a sus objetivos.
“En ausencia de un cese de las hostilidades, sobre todo en torno a Hodeidah, donde durante cuatro meses los combates han dañado ya instalaciones e infraestructura esenciales y de las que dependía la operación humanitaria, los esfuerzos de ayuda se verán simplemente ahogados”, afirmó Lowcock. “Sin duda ha llegado el momento de que todas las partes presten atención a estas advertencias”.
Según señaló National Public Radio, el conflicto en el sur de la península arábiga es complejo:
Los hutíes, una milicia rebelde chií, se apoderaron de la capital del país y de regiones noroccidentales desde su gobierno internamente reconocido en 2014. Al año siguiente, una coalición de Estados árabes liderados por Arabia Saudí inició una campaña de bombardeos contra los hutíes, quienes, por su parte, están respaldados por el rival regional de los saudíes, Irán.
En los años siguientes, una compleja red de combatientes —con una madeja de intereses incluso más enredada— ha continuado la guerra en Yemen con pocas esperanzas de resolución.
En medio del conflicto, más de 17.000 civiles han resultado muertos o heridos y al menos 3 millones de personas han sido desplazadas internamente. El año pasado hubo más de un millón de presuntos casos de cólera.
Hacia finales del año pasado, la ONG Save the Children calculó que unos 130 niños morían cada día de hambre o enfermedad en Yemen.