El asaltante llevaba un arma blanca y la estaba estrangulando, pero ellos solo actuaron por lo que les dictó su corazón.Ocurrió en la carretera, muy cerca de la población de Vera (Almería), en España. Una mujer de origen lituano pero que reside en Vera salió a hacer deporte como todas las tardes y se dirigía por la margen del asfalto hacia el embalse de Codeur, a pocos kilómetros de la localidad. “Cuando iba de regreso a casa – recuerda ahora, ya en casa- me asaltó un violador que estaba escondido en un arbusto”.
Era domingo y anochecía. La desgracia podría haber sido terrible de no ser porque 4 hombres que acababan de pasar en automóvil por delante de la mujer, habían visto al hombre saliendo del arbusto y tuvieron una corazonada. Frenaron, pararon el auto en la cuneta y miraron si ocurría algo raro, porque les pareció que aquel hombre no era de fiar.
“La estaba estrangulando”
Efectivamente, enseguida vieron que atacaba a la mujer, de 49 años. Llevaba un cuchillo, la agarró del cuello y la arrojó a los matorrales. “La estaba estrangulando”, consta en el expediente.
Los cuatro hombres, de etnia gitana, acudieron enseguida en ayuda de la víctima y, aunque primero ella se asustó porque creyó que también querían violarla, enseguida vio que apartaban al asaltante, que tenía ya los pantalones bajados.
Desde el domingo son“Los Héroes de Vera”. “Lo hicimos porque somos gente de buen corazón y nada más”, afirmó uno de ellos.
En muchos casos se plantea si es discriminación citar la etnia a la que pertenece un individuo cuando se habla de él en los medios de comunicación. Los de Vera no tienen inconveniente en que se diga que son gitanos. Con ellos es momento de reflejar que también los gitanos son héroes.
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Mientras, el presunto violador ya está en manos de la justicia. Tenía antecedentes penales por otros delitos sexuales cometidos en Cataluña.
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