El último informe del Pew Research Center (PRC) sobre el compromiso cívico de los ciudadanos del mundo arroja resultados ambivalentes. Por un lado, la mayor parte de los países muestran una ciudadanía desconectada de la política y, por la otra, que bien podrían “reconectarse” si se les motivara a participar en tres temas sensibles: salud, pobreza y educación.
La encuesta de “actitudes globales” frente a la política, fue realizada en catorce países (Argentina, Kenia, Brasil, México, Grecia, Nigeria, Hungría, Filipinas, Indonesia, Polonia, Israel, Sudáfrica, Italia y Túnez) y se llevó a cabo entre entre el 20 de mayo y el 12 de agosto de 2018, a través de entrevistas personales. Los resultados han sido presentados por el PRC recientemente.
El estudio, realizado en colaboración con el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) como parte de su Consorcio Internacional para el Cierre del Espacio Cívico (iCon), incluye países de África, América Latina, Europa, Oriente Medio y el sudeste asiático.
Debido a que no representa a todas las regiones, el estudio no puede reflejar el planeta en su conjunto. Pero con 14.875 participantes en una variedad tan amplia de países, sigue siendo una instantánea útil de los patrones clave y transnacionales en la vida cívica.
Se supone que la participación ciudadana es la muestra más clara de madurez democrática y solidez institucional. Pero la encuesta del PRC demuestra que los ciudadanos del mundo, aparte de votar, muy poco se interesan o se inmiscuyen en otras formas de participación política y cívica.
Sin embargo, algunos tipos de participación son más comunes entre los jóvenes, los que tienen más educación, los de la izquierda política y los usuarios de redes sociales. Y ciertos problemas, especialmente la atención médica, la pobreza y la educación, son más propensos que otros a inspirar la acción política.
Son ocho las conclusiones que pueden sacarse del extenso trabajo estadístico y de interpretación que presenta el PRC.
La mayoría de la gente vota, pero otras formas de participación son mucho menos comunes. En las catorce naciones encuestadas, una media de 78 por ciento dice que ha votado al menos una vez en el pasado. Otro nueve por ciento dice que podría votar en el futuro, mientras que siete por ciento dice que nunca votaría.
Asistir a un evento o discurso de una campaña política es el segundo tipo de participación más común entre los encuestados: una media de 33 por ciento lo ha hecho al menos una vez. Menos personas informan que participan en organizaciones de voluntarios (una media de 27 por ciento), publican comentarios sobre temas políticos en línea (17 por ciento), participan en una protesta organizada (14 por ciento) o donan dinero a una organización social o política (12 por ciento).
La atención médica, la pobreza y la educación son los principales motivadores para el compromiso político. Cuando se les pregunta qué tipo de problemas podrían hacer que tomen medidas políticas, como ponerse en contacto con un funcionario electo o participar en una manifestación, las personas en trece de catorce países califican la atención de salud deficiente como su primera o segunda opción entre los temas examinados. Muchos también ubican la pobreza y las escuelas de baja calidad entre los dos temas principales.
En general, es menos probable que las personas digan que los otros problemas evaluados podrían inspirarlos a tomar medidas. Una excepción es la libertad de expresión, que es el principal problema motivador en Nigeria y en los dos primeros lugares en Italia y Polonia (donde está empatado en segundo lugar con mala conducta policial).
Los jóvenes votan con menos frecuencia. En diez de las naciones encuestadas, las personas mayores de cincuenta años tienen más probabilidades que los jóvenes de 18 a 29 años de decir que han votado en al menos una elección. La brecha entre los encuestados más antiguos y más jóvenes que han votado es más de cuarenta puntos porcentuales en Túnez y Sudáfrica, y más de veinte puntos en México, Polonia, Grecia y Kenia.
Pero los jóvenes son más propensos a participar en línea. Las personas de 18 a 29 años tienen más probabilidades que los adultos mayores de publicar comentarios en línea sobre temas sociales o políticos en 12 de los 14 países encuestados. Por ejemplo, 36 por ciento de los polacos de 18 a 29 años han publicado sus opiniones en línea, en comparación con solo cuatro por ciento de los polacos mayores de cincuenta años.
Los jóvenes también están más motivados por una variedad de temas. La libertad de expresión es un buen ejemplo: en diez países, las personas de 18 a 29 años tienen más probabilidades que las personas de cincuenta años o más de decir que tomarían medidas políticas sobre el tema de la libertad de expresión. También es más probable que los jóvenes tomen medidas en relación con el tema de la discriminación en diez países, y también se observan brechas de edad notables en las escuelas de mala calidad, conducta indebida de la policía, pobreza, corrupción gubernamental y mala atención médica.
Existe un fuerte vínculo entre educación y participación política. En trece naciones, las personas con más educación tienen más probabilidades de publicar sus opiniones en línea. En siete naciones, es más probable que hayan donado dinero a una organización política o social. Y en seis países, es más probable que participen en una protesta política.
Las personas con más educación también tienen más probabilidades de ser motivadas por ciertos problemas. Esto es especialmente cierto con respecto a la libertad de expresión: en once países, las personas con niveles más altos de educación tienen más probabilidades de decir que podrían estar motivadas para tomar medidas políticas sobre temas de libertad de expresión. La pobreza es el único problema donde existen relativamente pocas diferencias entre los que tienen más educación y los que tienen menos educación.
El uso de las redes sociales está vinculado a una mayor participación en los problemas. Las personas que utilizan los sitios de redes sociales en línea son particularmente propensas a tomar medidas políticas en toda la gama de temas incluidos en la encuesta. Por ejemplo, en trece de los catorce países encuestados, las personas que usan los sitios de redes sociales son más propensas que las que no dicen que podrían tomar medidas políticas sobre el tema de la libertad de expresión. Como grupo, las redes sociales tienden a ser más jóvenes y más educadas que aquellas que no participan en redes sociales.
En algunos casos, las personas de la izquierda política son más propensas que las de la derecha a tomar medidas. En ocho de los países incluidos en el estudio, se pidió a los encuestados que se ubicaran en una escala ideológica de izquierda a derecha. En varios países, los que se ubican en el lado izquierdo del espectro político tienen más probabilidades de participar en las protestas y estar motivados a participar por los problemas de la libertad de expresión y la mala conducta policial.
Hoy celebramos a...