Fe y Alegría y otros colegios afiliados a la Asociación Venezolana de Educación Católica motivan la solidaridad entre sus alumnos: “¡Muchachos, compartan sus zapatos y libros usados!”“¡Por favor, Juan, préstame tus zapatos que quiero estudiar! Este año no podrán comprarme unos zapatos nuevos. Esos te quedan pequeños pero todavía están buenos y yo los puedo usar”, decía Andrés, un niño de 11 años, deseoso de volver a su humilde escuela en un sector de Catia, al oeste de Caracas. “Dale, Juancito. Esos zapatos son tuyos”, respondía su hermano que este año estudiará un grado superior al suyo.
Dora Pimentel contaba a un grupo de representantes el diálogo entre sus dos hijos, ocurrido días antes del inicio de clases del período escolar 2018-2019. “Comadre, esa es la realidad de todas nosotras, así también lo hemos hecho en mi casa: la ropa de Luis le quedó a Yoelito”, le respondía una vecina, dándole un poco de tranquilidad.
La historia es la misma de cientos de miles de niños y jóvenes que viven en los barrios, caseríos y pueblos pobres de Venezuela. Es el mundo necesitado pero solidario de “allá donde termina el asfalto” y “donde la ciudad pierde su nombre”, como dice el lema de Fe y Alegría, la red de educación popular más grande del país bolivariano.
El valor de la solidaridad
Yormans Vegas, de la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), confirmó este tipo de solidaridad, que aunque siempre ha existido, se está practicando con mayor fuerza y entusiasmo en los últimos meses entre representantes y alumnos de los colegios afiliados a la organización. “No solamente son los zapatos, son los abrigos, los uniformes, los útiles escolares, y también la alimentación que muchas veces tienen que compartir”, dijo en conversación para Aleteia.
“El tema es que en Venezuela, la crisis humanitaria no detiene el sueño de miles de niños y jóvenes que esperanzados en un futuro mejor desean continuar estudiando a pesar de las carencias tanto en los colegios públicos y privados como en los afiliados a las instituciones católicas”, agregó. “La solidaridad es uno de los valores que la AVEC ha impulsado en sus colegios afiliados desde sus inicios”, aseguró.
AVEV cumple 73 años. Vegas recordó que este 18 de octubre, la AVEC está cumpliendo 73 años de fundada. Nació justo en el momento en que en Venezuela se estaba produciendo un golpe de estado de Estado contra la democracia, tornándose la situación tan dura como la actual. “Pero, precisamente, el valor de la solidaridad siempre la hemos motivado desde la AVEC hacia los colegios afiliados como los de Fe y Alegría, salesianos, lasallistas y otros inspirados en los valores cristianos”.
Fe y Alegría apuesta por la esperanza
Por su parte, la profesora Noelbis Aguilar, directora nacional de escuelas de Fe y Alegría, quien también habló con Aleteia, explicó que la red de educación popular atiende en Venezuela a más de 95 mil estudiantes en todos los niveles: inicial, primaria, bachillerato, educación técnica y universitaria. Son 176 centros educativos ubicados en zonas de difícil acceso a las grandes ciudades, en las áreas rurales e indígenas del país.
“Como el resto del sistema educativo venezolano atravesamos por un momento difícil debido a la crisis humanitaria que ataca con más dureza a los más necesitados”, dijo la educadora. “Sin embargo, a menudo se encuentran gestos de solidaridad entre amigos y familiares, entre sus alumnos y el personal que allí labora, motivando a seguir adelante”. Destacó que “hay hogares en los que sólo hay un solo par de zapatos pero este es rotado entre sus hermanos” porque lo importante es “ir a clase y esperar tiempos mejores”.
La escuela refleja la crisis de Venezuela
Informó que en Fe y Alegría no piden “listas escolares” y “uniformes” por la situación actual, incluso, flexibilizaron las normas “al aceptar que los niños lleven ropa particular para acceder a su formación académica y el cultivo de sus valores cristianos”. Igualmente mencionó que “en Fe y Alegría mantenemos campañas a nivel nacional para la recolección de útiles escolares, además de garantizar la comida en 40 planteles”, dijo.
“Con los subsidios económicos que recibimos del Estado a través la AVEC ayudamos a muchos padres de familia con el pago de la inscripción de sus hijos”, añadió.
La profesora Aguilar, egresada del sistema educativo de Fe y Alegría, apuesta por la esperanza de un mejor porvenir para los venezolanos, y garantizó que pese a las dificultades seguirán dando la oportunidad a los sectores excluidos y más pobres a la enseñanza de los valores cristianos, humanos y académicos para lograr un futuro mejor.