Gran preocupación en uno de los países con menor tasa de natalidad del mundo: Las cifras de este año anuncian una situación catastróficaUna catastrofe anunciada. Estamos hablando de las últimas previsiones sobre los nacimientos en Corea del Sur. Según revela el sitio AsiaNews, de los datos gubernamentales difundidos a finales de septiembre, se desprende que el pasado mes de julio nacieron aproximadamente 27.000 niños, es decir, un descenso del 8,2% respecto al mes de julio de 2017, cuando los nacimientos fueron 29.400.
Según la agencia del Pontificio Istituto Missioni Estere (PIME), desde diciembre de 2015 los nacimientos están descenciendo mensualmente en el país. En el periodo enero-julio de este año, en total 198.700 niños han visto La Luz en Corea del Sur, es decir, el 8,6% menos respecto al año pasado.
El pasado mes de abril, revela a su vez la UPI, el descenso fue aún más acentuado. Según la agencia de prensa, que cita los datos de Statistics Korea (Kostat), en abril de este año nacieron aproximadamente 27.700 niños en el país, un descenso notable respecto al mes de abril de 2017, cuando eran unos 34.000, y respecto al mismo mes de 2016, cuando nacieron alrededor de 35.100 niños.
Año 2017
En lo que respecta a todo el año 2017, el número de niños nacidos en el país ha descendido por primera vez por debajo del límite de los 400.000: aproximadamente 357.700, escribe la pagina web en lengua inglesa de uno de los mayores diarios de Corea del Sur, el Chosun Ilbo, que cita a su vez a Statistics Korea.
Esto significa que el año pasado, la tasa de fecundidad total (o número medio de hijos por mujer en edad fértil, o sea, entre los 15 y los 49 años) había descendido al 1,05, encontrándose por tanto muy lejos de la llamada “tasa de sustitución” de 2,1 hijos por mujer, el cual permite mantener estable el nivel de una población.
Según el diario surcoreano, la tasa de 1,05 no solo es inferior a la media — 1,68 en 2015 — de los países de la OCSE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE en siglas españolas), sino también a la de Japón (1,46) y Singapur (1,24). Incluso durante la guerra de Corea el número de nacimientos era superior al medio millón, observó Cho Young-tae, de la Universidad Nacional de Seúl.
Por si no fuera suficiente, aumenta también la mortalidad en Corea del Sur. Durante 2017 se registró, de hecho, la cifra record de 285.600 fallecimientos. Esto implica que el crecimiento natural de la población surcoreana fue solo de 72.000 unidades, otro record negativo, observa el Chosun Ilbo, que añade que en el mes de diciembre de 2017, el número de fallecimientos superó el de los nacimientos. Se trata del primer descenso de la población surcoreana con base mensual.
Previsiones pesimistas
Como ya se ha dicho, los datos relativos al año 2018 no prometen nada bueno. De hecho, según un estudio encargado por el diario Chosun Ilbo, la pasa de fertilidad está destinada a descender durante este año a 0,96 hijos por mujer en edad reproductiva.
Será la primera vez en la historia de Corea del Sur en que la tasa de fecundidad bajará por debajo del 1,0, explica el diario inglés The Guardian en un artículo publicado el 3 de septiembre pasado. La situación se acerca ya a los “niveles de catástrofe”, declara Lee Bong-joo, experto de la Seoul National University.
Para otro experto de la Universidad Nacional de Seúl, el economista Lee Chul-hee, que es también uno de los autores de la investigación, los resultados supondrán sin duda un “shock psicológico” para el pueblo surcoreano. Podrían incluso influir negativamente en los nacimientos y llevar a un “ulterior descenso de la tasa”.
Las causas
Algunos expertos tienden a señalar con el dedo a las mujeres, diciendo que prefieren dar la prioridad a su carrera en vez de tener hijos. Los datos confirman de hecho que el número de nacimientos entre las mujeres alrededor de los 30 años ha descendido durante 2017 a 97,7 niños cada 100.000, respecto a 110,1 en el año anterior, revela el sitio del Chosun Ilbo. “Cuando una mujer tiene su primer hijo a la edad de 32 años, es difícil que tenga más de dos hijos”, observa un investigador de Statistics Corea.
Pero hay una explicación sobre por qué las mujeres prefieren concentrarse en su carrera. En primer lugar, el mundo laboral en Corea del Sur se caracteriza por largas horas de trabajo y jerarquías rígidas, no que hace difícil la conciliación entre la vida familiar y el trabajo, recuerda el Economist (30 junio). “Muchas empresas ven aún a las mujeres como trabajadores temporales que se irán en cuanto construyan una familia”, declara Lee Do-hoon, de la Yonsei University. Lo que temen las mujeres es no poder volver a su puesto de trabajo después de un embarazo.
Un segundo motivo es el hecho de que la sociedad surcoreana haya mantenido una marcada división de los papeles del hombre y la mujer. Es decir, que a pesar de las largas horas de trabajo – Corea del Sur está en el segundo puesto de la clasificación de los países de la OCDE con el número más alto de horas de trabajo, recuerda el Japan Times (19 enero 2018) – les sigue tocando a las mujeres surcoreanas cuidar a los niños y hacer las tareas de la casa.
Según la historiadora y actual ministra para la Familia y la Paridad de Género, Chung Hyun-back, que ha preferido quedarse soltera, “era extremadamente difícil, si no imposible, hacer juegos malabares entre una carrera académica y casarse y tener hijos”. “Durante años hemos descuidado al verdadero culpable del problema: la amplia disparidad de género de nuestro país, y las horas de trabajo inhumanamente largas”, dice Chung, citada por el Japan Times. Esto explica también el fuerte descenso del número de matrimonios contraídos en el país: de 329.087 en 2011 a 264.600 en 2017, según el Chosun Ilbo.
Madres solteras
Otro fenómeno que no ayuda a la situación es la estigmatización de las madres solteras en Corea del Sur. Y esto tanto dentro del círculo familiar como a nivel de la sociedad en general. En la escuela, sus hijos son por ejemplo objeto de acoso escolar.
La estigmatización y el consiguiente aislamiento social son muy fuertes con ocasión de las grandes fiestas, como el Fin de Año coreano. “Los parientes que se reúnen para las fiestas a menudo no quieren que las madres no casadas participen, porque les recuerda que hay una oveja negra en la familia”, declara Hye-ryeon Noh, profesor de Bienestar social en la Soongsil University, a al Jazeera. “Es un verdadero estigma para la familia misma, y signo de que no han criado bien a la mujer.”
Según las estadísticas oficiales, hay en el país actualmente unas 25.000 madres solteras en el país, una cifra discutida por las asociaciones que apoyan a estas mujeres, la Korean Unwed Mothers’ Families Association (KUMFA) y la Korean Unwed Mothers Support Network, explica al Jazeera. De hecho, es probable que haya madres solas que no se registran por miedo a ser discriminadas.
Impacto
Los efectos de lo que algunos ya han llamado “la huelga de nacimientos” (birth strike) corren el riesgo de ser muy graves para Corea del Sur. Los datos recogidos durante el último censo muestran que la población activa (las personas pertenecientes a la franja 15-64 años) ha registrado en 2017 por primera vez un descenso: menos de 116.000, alcanzando la cuota de 36,2 millones de personas, recuerda el sitio australiano News.com.au.
También están preocupadas las fuerzas armadas surcoreanas, y el descenso de los nacimientos se nota en las escuelas. Desde principios de los años 80 del siglo pasado, más de 3.500 institutos escolares cerraron las puertas en el país, recuerda el Economist, y otras 28 deberían hacerlo este año.
Las numerosas medidas introducidas por los gobiernos anteriores para hacer aumentar los nacimientos se han revelado poco eficaces. En algunos casos, como el del birth map publicado en 2016 por el gobierno del entonces presidente Park Geun-hye, las mujeres surcoreanas se han desentendido de la iniciativa, afirma el Economist.
El actual presidente Moon Jae-in – el segundo católico en ocupar el cargo más alto del país – ha prometido promover la paridad de género y crear condiciones que permitan a las mujeres elegir cómo vivir. “Las mujeres no quieren que el gobierno decida si tener hijos o no. Pero quieren que cree las condiciones en las que podrían querer tenerlos”, recuerda Lee Do-hoon.