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El 33 Encuentro Nacional de Mujeres Autoconvocadas tuvo lugar este año en Trelew, provincia de Chubut, y como es habitual terminó con una manifestación en la que un grupo atacó a una parroquia de la ciudad. En esta ocasión, fue la parroquia María Auxiliadora la que recibió las agresiones. Además, sufrieron ataques vandálicos la Municipalidad, y también sufrieron daños comercios, plazas y casas particulares, que fueron pintadas con aerosol.
Las horas previas, la misma Policía de Chubut había constatado que algunas manifestantes se estaban haciendo de bombas Molotov, cargando combustible en botellas, algo prohibido por ley.
Es habitual que este Encuentro de Mujeres incluya en su agenda una marcha por las calles de la ciudad en la que tenga lugar, y se repudie al menos oralmente pero sí de manera formal a la Iglesia Católica. En el “tetazo colectivo”, denominado así debido a que las manifestantes en general marchan con el torso desnudo, se expresó la ex diputada Vilma Ripoll, quien acusó a la Iglesia por, según dijo, “la actitud que tiene hacia todos nuestros derechos, el de las mujeres, y el de la disidencia en general”. Durante su marcha, expresaron anhelos de apostatar y de que no haya ningún tipo de relación entre la Iglesia y el Estado.
También es habitual, aunque la organización formal suela decir que no es un acto oficial, que durante el encuentro un grupo arroje elementos incendiarios ante el templo elegido como blanco. Así ocurrió por la noche, según registraron cámaras de seguridad que muestran como pese al vallado los manifestantes habían provocado un fuego entre las vallas y la puerta central de la parroquia María Auxiliadora.
La organización oficial, y quienes defienden este tipo de encuentros, suelen afirmar que son minúsculos los grupos que atacan a vecinos o a fachadas y espacios públicos y privados con respecto a los participantes del encuentro. En verdad, no se ve en las imágenes distribuidas por la policía a las 30 mil personas que habrían asistido al Encuentro rompiendo el vallado de la plaza o atacando al templo. Y tampoco figura en el programa oficial “Ataque a Iglesia con bombas molotov”, en el marco de un programa que contempla talleres, charlas y actos artísticos, en general de temática feminista. Pero ocurre todos los años, con más o menos manifestantes, un acto vandálico similar.
Llama la atención, además, que este año las mismas organizadoras hayan insistido en que no querían personal policial o de gendarmería custodiándolas: “No queremos que participen, ni que vengan adicionales para cuidarnos y cuidar a la comunidad”.