Conoce a Conchita (beata dentro de poco), madre de 9 y viuda que escribió casi tanto como Tomás de AquinoSu nombre es María Concepción Cabrera Arias de Armida, pero se le conocía como Conchita.
Nació en San Luis Potosí, México, el 8 de diciembre de 1862. Fue la séptima de nueve hijos nacidos de unos padres terratenientes adinerados.
De niña empezó a experimentar gracias sobrenaturales, como que el Bebé Jesús fuera a jugar con ella a su habitación.
En otras ocasiones, el diablo acudía a su cuarto disfrazado de una criatura grotesca, en un vano intento de asustarla. Nunca tuvo que temer nada, porque su ángel de la guarda no permitiría ningún mal.
Quienes propusieron su beatificación dicen que Conchita experimentó estos sucesos porque, incluso desde muy joven, ya era un alma contemplativa que pasaba mucho tiempo en oración.
De niña, demostró un poderoso amor hacia la Sagrada Eucaristía, una devoción por encima de lo normal. Su devoción era tan destacada que, en una época en la que la edad para recibir la Primera Comunión estaba entre los 12 y 14 años, permitieron a Conchita recibir su Primera Comunión cuando tenía solamente 10.
Cuando Conchita cumplió los 13, se inició su presentación en sociedad, como era costumbre. Comenzó a asistir a bailes y a ir al teatro.
Aprendió a cuidar de la casa y se convirtió en una jinete excelente. Incluso ayudaba a los campesinos que trabajaban en la granja de sus padres. Fue en uno de esos bailes donde conoció a su futuro marido, Francisco de Armida.
Se casaron en 1884 y entre 1885 y 1899 tuvieron nueve hijos. Tristemente, cuando Conchita tenía solo 39 años, Francisco falleció. Habían estado casados 22 años y su hijo más pequeño tenía solamente 2 años por entonces.
La vida de viuda no era fácil, pero fue entonces cuando la vida mística de Conchita dio un paso al frente de nuevo.
Antes del fallecimiento de Francisco, Conchita había empezado a escribir. En 1894, había entrado en lo que se conoce como un “matrimonio espiritual” con Jesús, y otras gracias especiales.
Conchita había decidido servir a Dios de maneras diferentes, pero su principal método fue siempre su escritura.
Fue un modelo de santidad como esposa, madre, viuda, abuela y fundadora. Debido a la profundidad de sus escritos, Conchita es considerada una gran mística del siglo XX.
Sorprendentemente, sus hijos no tienen recuerdos del tiempo que su madre pasó escribiendo, a pesar de que acumuló más de 60.000 páginas manuscritas de obra religiosa. Esta cantidad de escritos rivaliza con la de santo Tomás de Aquino.
Como mujer laica, a menudo intentaba mostrar a sus lectores cómo amar a la Iglesia. Escribió las siguientes palabras, tan oportunas para el mundo secular actual:
Amar a la Iglesia no es criticarla, no es destruirla, no es intentar cambiar sus estructuras esenciales, no es reducirla a un humanismo, a un horizontalismo y a una finalidad de liberación naturalista. Amar a la Iglesia es colaborar a la obra de la Redención por la Cruz y de esa manera hacer que el Espíritu Santo venga a renovar la faz de esta pobre tierra y lleve a su consumación el designio del inmenso amor del Padre.
Además de sus voluminosos escritos, Conchita fundó varios apostolados bajo el título de “Obras de la Cruz”, que incluyen el Apostolado de la Cruz (fundado en 1895), la Congregación de las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús (1897), la Alianza de Amor con el Corazón de Jesús (1909) y la Congregación de Misioneros del Santo Espíritu (1914).
María Concepción Cabrera Arias de Armida falleció el 3 de marzo de 1937 con 75 años. Durante su vida, sus escritos fueron examinados por la Iglesia católica de México y durante su peregrinación a Roma en 1913, cuando tuvo una audiencia con el papa san Pío X.
En todos los casos, las autoridades eclesiásticas consideraron de forma favorable sus escritos.
El papa Juan Pablo II la declaró Venerable el 20 de diciembre de 1999 y el papa Francisco confirmó un milagro atribuido a Conchita el 8 de junio de 2018.
Esta mística esposa, madre, abuela, viuda y amiga íntima del mismo Jesús será beatificada en algún momento de este año en Ciudad de México.
María (Conchita) Concepción Cabrera Arias de Armida, por favor, reza por nosotros.