El Pontífice recordó junto con un grupo de fieles polacos el 40° aniversario de la elección a la Sede de Pedro de Karol Józef Wojtyla (1920-2005)
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“San Juan Pablo II no deja de velar por la Iglesia” y en especial por “las familias, los jóvenes, los abuelos, los sacerdotes, las religiosas y todos los consagrados; los más desfavorecidos, los que sufren”, dijo el papa Francisco esta mañana, 10 de octubre de 2018, antes de la audiencia general, a una delegación de 700 fieles de la ciudad de Cracovia, donde fue obispo auxiliar Wojtyla (desde 1958) y arzobispo (desde 1962) y que recibió a Bergoglio en la JMJ del verano de 2016.
“San Juan Pablo II ha enriquecido a la Iglesia universal con una gran cantidad de dones, que en gran parte heredó del tesoro de la fe y la santidad de vuestra tierra y de vuestra Iglesia”, dijo con motivo del 40° aniversario de la elección a la Sede de Pedro de Karol JózefWojtyla(1920-2005), quien se convirtió en el primer papa polaco de la historia y en el primero no italiano desde 1523.
Juan Pablo II “trajo en su corazón y, por así decirlo, en la carne los testimonios de los santos de Cracovia: desde San Estanislao y Santa Eduvigis reina, hasta San Alberto y Santa Faustina”.
El Papa destacó la “dedicación ilimitada a Dios y la gran sensibilidad para cada hombre; dedicación y sensibilidad manifestadas en su ministerio sacerdotal, episcopal y papal”.
“Recibió de Dios – continuó – el gran don de poder leer los signos de los tiempos a la luz del Evangelio, y lo hizo fructificar a beneficio del camino de su pueblo”
Papa Wojtyla“en los diversos eventos dolorosos nunca perdió la confianza en Dios ni la fidelidad a la propia cultura arraigada en el espíritu cristiano”, abundó Francisco.
“Fiel a estas raíces, trató de hacer que la Iglesia se erigiera como guardián de los derechos inalienables del hombre, de la familia y de los pueblos, para ser signo de paz, de justicia y de desarrollo integral para toda la familia humana”.
Al mismo tiempo, subrayó que el primer Papa polaco “siempre” dio “la prioridad de la gracia y la obediencia a la voluntad de Dios”, antes de “cualquier cálculo humano”.
Francisco indicó que san Juan Pablo II ha dejado a todos una “rica herencia” que es “un desafío para ser fieles a Cristo y responder con alegre dedicación al llamado a la santidad” en “nuestra situación personal, familiar y social específica”.
El Papa latinoamericano aseguró que se encomienda a la intercesión de san Juan Pablo II, patrón de la juventud y de las familias, mientras se celebra en el Vaticano un Sínodo dedicado a la vocación de los jóvenes del mundo (3-28 octubre de 2018).
“Yo también me encomiendo con vosotros a su intercesión. Les agradezco por su visita y les bendigo a todos ustedes y a toda la comunidad diocesana de Cracovia. Por favor no se olviden de rezar por mí”, concluyó.