DiNardo aparca a los seguidores de Viganò: el Papa es garante visible de la comunión de la IglesiaLos clérigos estadounidenses cercanos a los pronunciamientos que en sus dos cartas “desde algún lugar desconocido” ha mandado publicar el ex nuncio en ese país, el arzobispo Carlo Maria Viganò, se están quedando sin argumentos.
Por lo pronto, el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), cardenal Daniel D. DiNardo, ha acogido “con satisfacción” la propuesta hecha por el Papa Francisco de luchar contra los intentos de encubrir casos de abuso sexual y de dejar de ofrecer un tratamiento especial a los obispos que han cometido o encubierto abusos en el transcurso de las últimas décadas.
“En nombre de mis hermanos obispos en los Estados Unidos, acojo con satisfacción la declaración del seis de octubre de la Santa Sede que describe los pasos adicionales que el Papa Francisco está tomando para garantizar que los fieles estén protegidos del mal de la agresión sexual”, dijo el cardenal DiNardo en un comunicado publicado el siete de octubre en Roma.
El prelado estadounidense, quien se encuentra en Roma participando en el Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, junto con el arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, vicepresidente de la USCCB, ha salido al paso “mientras continúan las preguntas sobre el manejo de años de denuncias de conducta sexual inapropiada por el ex cardenal Theodore E. McCarrick de Washington”, relata Cindy Wooden, corresponsal de Catholic News Service (CNS).
En la declaración del seis de octubre, el Vaticano dijo que el Papa Francisco había ordenado una revisión exhaustiva de los archivos de las oficinas del Vaticano para estudiar cómo se manejaron las denuncias en contra del ex cardenal McCarrick, punta de lanza de las acusaciones de Viganò en contra del Papa Francisco, a quien ha acusado de encubrimiento, trato especial a McCarrick y, el colmo, le ha pedido (casi exigido) que dimita.
“La Santa Sede es consciente de que, a partir del examen de los hechos y de las circunstancias, puede surgir que se tomaron decisiones que no estarían en consonancia con un enfoque contemporáneo de tales temas”, se lee en el comunicado emitido el sábado seis de octubre.
En éste, como en todos los demás casos, el Papa Francisco ha sido muy claro al señalar que la investigación va a ser a fondo y a seguir el camino de la verdad a donde quiera que lleve a la propia Iglesia católica.
DiNardo apoyó sin dudas el proyecto papal. “La verdad –escribió en su comunicado– asegurará que no se repitan los terribles pecados del pasado. El coraje de los sobrevivientes de abusos que primero sacaron a la luz la horrible verdad del abuso sexual, debe continuar siendo igualado por nuestro coraje como pastores para responder en justicia”.
La declaración del cardenal estadounidense se publicó el mismo día en que el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, respondió a las denuncias del arzobispo Viganò, ex nuncio en los Estados Unidos, de que el Papa Francisco conocía e ignoró las acusaciones contra el entonces cardenal McCarrick.
El cardenal Ouellet calificó las acusaciones del arzobispo Viganò de haber sido parte de una estrategia “política” que había herido la unidad de la Iglesia.
El Cardenal DiNardo resaltó que él y todos los obispos de Estados Unidos ofrecen oraciones y solidaridad por el Papa. “Instamos a todos en la Iglesia, especialmente a los obispos, a reafirmar nuestra comunión con el Papa Francisco, que es el garante visible de la comunión de la Iglesia Católica”.
Un varapalo sonoro a quienes han, incluso, formado una especie de equipo “pro-Viganò” entre clérigos estadounidenses: en su comunicado del domingo pasado, la cabeza de la USCCB los paró en seco.