Sucedió tras denunciar la “represión” ante la ONU del régimen de Daniel Ortega “No me extraña que la tiranía de la familia Ortega-Murillo continúe en su persecución política contra mí, usando los más ridículos y falsos argumentos. Sí me extraña que crean que con sus acusaciones fabricadas, callarán mi búsqueda de libertad y justicia. Tampoco silenciarán mis denuncias a los graves abusos a los derechos humanos en Nicaragua”.
Estas palabras, reproducidas por el medio nicaragüense La Prensa, pertenecen al líder opositor Félix Maradiaga, sobre quien recae desde este lunes una orden de captura emitida por un juez.
Maradiaga, académico y director del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEP), también se expresó a través de las redes sociales:
Mi conciencia está limpia. Siempre he actuado guiado por la justicia, la no-violencia y la integridad. Hoy me siento con más fuerza moral que nunca.
Quienes amamos a Nicaragua y creemos en la libertad, tenemos la obligación ética de seguir firmes en esta lucha cívica.
— Félix Maradiaga (@maradiaga) September 24, 2018
La orden de captura de quien actualmente se encuentra exiliado en Estados Unidos, además del allanamiento, sucedió luego de que el pasado 5 de septiembre denunciara ante el Consejo de Seguridad de la ONU la represión del régimen de Daniel Ortega.
De esta manera, Maradiaga es acusado de integrar un “plan criminal”, delitos de crimen organizado y por formar parte del grupo de personas que participaron de “acciones desestabilizadoras” que se vienen suscitando desde el pasado 18 de abril.
Maradiaga es casado, tiene una hija de nombre Alejandra. Cuando tenía 12 años, reproduce La Prensa, fue enviado como indocumentado a Estados Unidos. Al llegar a la zona de frontera, luego de un viaje de dos semanas, cruzó el río Bravo nadando. Al llegar al otro lado se instaló en un campamento de refugiados. Posteriormente, fue adaptado por una familia nicaragüense. En 2015, Forbes México lo incluyó en la lista de los 25 más influyentes de Centroamérica. Maradiaga se declara católico, pero también reconoce que le gusta leer sobre otras religiones, según un reportaje brindado hace algunos años atrás a ese medio.
En tanto, la detención de Maradiaga sucede en horas en que la represión del régimen de Ortega se cobró una nueva víctima, además de varios heridos y detenidos. Es ahí donde la voz de la Iglesia local, a través del cardenal Leopoldo Brenes o el arzobispo de Managua, José Silvio Báez, no para de silenciarse y persiste firme en su llamado al cese a la represión y el diálogo.
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