Hace poco más de diez años que la compañía de servicios financieros Lehman Brothers se desplomaba sobre las calles de Nueva York. Para que se hagan una idea, Lehman Brothers era el cuarto banco de inversión en Estados Unidos, manejaba unos beneficios que rondaban los seis mil millones de dólares y daba trabajo a más de 22.000 personas con familias y con proyectos de futuro.
Un día todo aquello se vino abajo por pura y simple avaricia. Los analistas del momentos y los economistas que fueron testigo de aquella debacle fueron claros, la conocida como “crisis financiera de 2008” que tendría como punto de inflexión la quiebra de Lehman Brothers cambiaría el mundo tal y lo como lo conocemos. Es decir, nada volvería a ser como antes y si eso es cierto, estarán conmigo en que este mundo tiene muy poco que ver con el de hace diez años.
Hace una década el cine podía preguntarse sobre qué clase de personas éramos ahora las películas se preguntan sobre qué clase de sistema hemos construido. Una de las mejores vino del lugar más inesperado. Adam McKay, director de películas tontorronas como Pasado de vueltas, Hermanos por pelotas o Los amos de la notica diseccionó un entramado financiero realmente complejo con situaciones sencillas y diálogos directos. Como dice uno de sus personajes al final de la película, “**al final de todo esto le echarán la culpa a los pobres”.
El cine se ha acercado a la crisis de desde distintas perspectivas, lo ha hecho de un modo meramente testimonial –La caída de Lehman Brothers (2010)- de una forma irónicamente cínica –El capital (2012)- o de una manera abiertamente realista, sin trampa ni cartón.
Tal vez, la película más importante y necesaria que todos deberíamos de ver alguna vez en la vida para entender qué fácil y de qué forma tan estúpida se puede desencadenar una crisis económica sea Inside Job. Se llevó el Oscar al mejor documental en el año 2010 y la práctica totalidad de los galardones con los que se tropezó ese año. Inside Job es un documental relativamente asequible, no hay que ser un hacha en matemáticas aunque sí hay que estar un poco atento. El film no solo describía y hacía un análisis sobre lo que ocurrió en 2008 sino que también iba a la casa de los principales responsables, para llamar a su puerta y preguntarles por qué lo hicieron.
En su momento la película se publicitó como una verdadera cinta de terror porque en efecto, pone los pelos de punta. Puede que ahora la crisis se nos haya olvidado pero constantemente nos están advirtiendo de que algo así puede volver a ocurrir de modo que quizá, no sería mala idea volver a ver Inside
Job.
Hoy celebramos a...