“Señor, no permitas que seamos sordos al grito de todos los que hoy siguen clamando al cielo”, rezó el papa Franciscoeste sábado 23 de septiembre delante al Museo de la Ocupación y de la Lucha por la Libertad en Vilnus, Lituania, antigua sede del KGB.
En su oración el Papa recordó el genocidio lituano ante la ocupación soviética:
“«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mt 27,47). Tu grito, Señor, no deja de resonar, y hace eco en estas paredes que recuerdan los padecimientos vividos por tantos hijos de este pueblo. Lituanos y provenientes de diferentes naciones han sufrido en su carne el afán prepotente de quienes pretendían controlarlo todo”.
“En este lugar de la memoria, te imploramos Señor que tu grito nos mantenga despiertos. Que tu grito, Señor, nos libre de la enfermedad espiritual al que como pueblo estamos siempre tentados: olvidarnos de nuestros padres, de lo que se vivió y padeció.
Que en tu grito y en las vidas de nuestros mayores que tanto sufrieron encontremos la valentía para comprometernos decididamente con el presente y con el futuro; que aquel grito sea estímulo para no acomodarnos a las modas de turno, a los slogans simplificadores, y a todo intento de reducir y privar a cualquier persona de la dignidad con la que tú la has revestido.
Señor, que Lituania sea faro de esperanza. Sea tierra de la memoria operosa que renueve compromisos contra toda injusticia. Que promueva intentos creativos en la defensa de los derechos de todas las personas, especialmente de los más indefensos y vulnerables. Y que sea maestra en cómo reconciliar y armonizar la diversidad”.
Francisco recuerda también a las víctimas de los nazi
Antes de llegar al Museo, el Papa se detuvo también en oración silenciosa delante al Monumento de las víctimas del Ghetto judío y depositó en el lugar una corona de flores. No hubo saludos oficiales u otras formalidades.
El Papa se detuvo en las puertas del antiguo Gueto de Vilna, cuando se cumplen 75 años del Genocidio de los judíos lituanos. Una tragedia humana que redujo a esa población a pocos centenares. En el Gueto de Vilna vivieron alrededor de 28.000 judíos asesinados durante la ocupación nazi.
El país recuerda la ocupación lituana llevada a cabo el 23 de septiembre de 1943 cuando sedestruyó completamente el Gueto.
Sucesivamente, el Pontífice visitó el Museo de la Ocupación y de la Lucha por la Libertad que fue un cuartel de los servicios de seguridad soviéticos, el KGB.
Francisco se detuvo en algunas de las celdas donde fueron detenidos también cristianos (luteranos), representantes de la iglesia católica y otras cientos de personas torturadas.
El Papa tuvo un momento de recogimiento emotivo en la celda numero 11, donde se cuenta la historia de la lucha contra el clero católico por parte del régimen soviético.
Ellos fueron acusados de propaganda anti soviética. El 20% de los sacerdotes católicos lituanos fueron deportados en campos forzados en Siberia, encarcelados y hasta asesinados.
Francisco encendió una lampara en honor de la memoria de los mártires de la fe en Lituania.
Momentos antes había pedido al clero del país de no olvidar a las vidas sacrificadas de sus hermanos consagrados, mártires en esa época oscura y dolorosa a causa del régimen ateo.
Actualmente Lituania es un país de mayoría católica, cerca el 79%.
El Papa fue saludado brevemente por la presidente de Lituania, Dalia Grybauskaite, y algunos miembros de la comunidad judía y sobrevivientes del régimen soviético.
Este fue el último acto del programa del Papa, mañana volará a Riga, donde, tras reunirse con las autoridades, celebrará un encuentro ecuménico con los católicos, ortodoxos y protestantes del país y visitará la catedral.
Hoy celebramos a...