Emergencia humanitaria: Niños entre los millones de desplazados y víctimas en Siria, Irak, Líbano, Jordania, Turquía, Egipto y Chipre“Es secando las lágrimas de los niños que no han visto otra cosa que escombros, muerte y destrucción, que el mundo reencontrará la dignidad”, dijo el Papa conmovido por la situación de millones de niños refugiados, desplazados o sumergidos en la pobreza y la marginación debido al conflicto en Siria e Irak, en este último se cuentan cerca de 4 millones de niños necesitados.
Lo manifestó durante la audiencia a los participantes del VI encuentro de coordinación de los organismo caritativos católicos que trabajan en Irak, en Siria y en los Países limítrofes este viernes 14 de septiembre en el Vaticano.
Asimismo manifestó su preocupación porque después de varios años de conflicto sanguinario esas regiones siguen en la misma situación. “Cada día, en la oración, llevo delante al Señor los sufrimientos y las necesidades de la Iglesia y de los pueblos de esas amadas tierras, como también de aquellos que se esmeran en llevar su auxilio”.
“No podemos – continuó – cerrar los ojos sobre las causas que han obligado a millones de personas a dejar, con dolor, la propia tierra. Al mismo tiempo animo a todos los actores involucrados y a la Comunidad internacional a un compromiso renovado en favor del reingreso seguro de los desplazados de sus hogares. Asegurarles la protección y un futuro es un deber de civilidad”, dijo.
Riesgo para los cristianos
El Papa alertó también sobre el riesgo de que la presencia cristiana sea cancelada en Oriente Medio, precisamente en la tierra desde donde se propagó en el “mundo la luz del Evangelio”.
“La Iglesia toda mira a estos hermanos y hermanas nuestros en la fe y los anima con la cercanía en la oración y la caridad concreta a no resignarse a las tinieblas de la violencia y a tener encendida la lámpara de la esperanza”, afirmó.
Francisco destacó, entre las iniciativas promovidas para apoyar el reingreso de las comunidades cristianas en la llanura de Nínive, en Irak, y los cuidados sanitarios a muchos enfermos pobres en Siria, en particular a través del proyecto “Hospitales Abiertos”.
El Obispo de Roma reiteró también su aprecio por los grandes esfuerzos en favor de los refugiados cumplidos por diversos países de la región e instó a los distintos actores humanitarios e institucionales a “ser instrumentos de paz y de luz”.
Millones de refugiados y desplazados
El evento en su sexta edición ha sido organizado por el Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, en especial por la Sección Migrantes y Refugiados, con la colaboración de la Secretaría de Estado y de la Congregación para las Iglesias Orientales que concluyó hoy tras dos días de encuentro en la sede la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma. Además contó con la participación del Alto Comisario de las Naciones Unidas para los refugiados.
Entre 2014 y 2018, se donaron más de mil millones de dólares para responder a la crisis que han provocado diferentes conflictos. Esta suma proviene de fuentes de financiación públicas (gobiernos, instituciones) y privadas (fondos de la Iglesia católica, Ong, o donaciones varias).
Siete diferentes países han sido observados: Siria, Irak, Líbano, Jordania, Turquía, Egipto y Chipre. Los datos alarman sobre el número de desplazados y refugiados. En Siria más de 13 millones de personas necesitan alguna forma de ayuda; 6,6 millones de desplazados son las personas desplazadas y 5,6 millones las personas refugiadas en el extranjero. Turquía, Líbano y Jordania, países limítrofes son las mayores metas.
La mitad de la población afectada en Irak son niños. En es país, 8,7 millones de personas viven situaciones difíciles. 84 instituciones eclesiales trabajan en Siria, Líbano, Irak y Jordania. Durante el encuentro se presentó el “Informe sobre la investigación de la respuesta por parte de las Instituciones eclesiales a la crisis humanitaria iraquí y siria entre 2017 y 2018”.