Cada vez que papá y mamá se muestran la fidelidad, el ejemplo queda grabado a fuego en los niños. Ellos lo perciben todo…Papá y mamá se quieren y me quieren. Ese es el mensaje que puede hacer más feliz a un niño. Saberse amado en su familia y crecer en el amor.
Ver el amor de sus papás hacia sus hermanos es, por supuesto, también parte fundamental de esa seguridad que aporta la familia.
Papá y mamá se preocupan de encontrar la manera de explicar los valores y las virtudes a los hijos, pero la realidad es que gran parte de ellos (también los más jóvenes) ya han hecho gran parte de su trabajo cada día cuando se plantean cómo verbalizar la enseñanza en virtudes. ¿Por qué? Sencillamente porque antes de explicar eso, ya les han dado a los hijos el ejemplo.
Para un niño y una niña, para los adolescentes, ver que sus padres se quieren y se guardan fidelidad es algo que marca en su alma una señal de paz. Se sabe seguro en el nido familiar a intuye que aunque algo falle, si sus papás están unidos nada malo puede pasar.
Los niños tienen una sensibilidad muy especial que detecta todo: un disgusto de mamá, un enfado de papá, una mala cara, una desatención… Por enseguida captan cuándo algo no va bien en casa. Y se planean entonces cuál es su papel en esa historia.
En el caso de la fidelidad, los niños aprenden enseguida qué significa eso: es hacer honor a algo o alguien. El abuelo que brinda por la abuela en el aniversario de matrimonio, por ejemplo.
Papá y mamá se hacen honor mutuamente cada día cuando se respetan, se escuchan, atienden a lo que quiere el otro, cuando se besan y se abrazan… Los niños detectan cuando papá tiene ojos solo para mamá. Y cuando mamá deja muy claro a otros que su amor es papá. También notan las vacilaciones…
La fidelidad implica que se ha superado un tiempo y una prueba, que se podía haber escogido a otro u otra y se ha preferido al que ocupa nuestro corazón.
Los niños ven en casa que ustedes, papá y mamá, mantenéis las promesas que un día hicieron y que se les recuerdan en la fotografía del día en que os casasteis. Da igual que la cartulina esté doblada y que el color se haya deteriorado. Así los pequeños aprenden que uno es fiel cuando se mantiene en su creencia, al margen de lo que le apetecería hacer.
¿Parece que otras amigas hicieron más fortuna económica? ¿Que otros parientes tienen una pareja más alta o más guapa o más trabajada en el gimnasio? Lo que sabe el niño es que papá y mamá son felices y transmiten esa felicidad en casa. El gimnasio o un crucero cada año no dan la felicidad.
¿Un niño puede ser fiel en la escuela?
Desde luego que sí.
- Fiel a los amigos y compañeros.
- Fiel a los compromisos y responsabilidades con la escuela.
- Fiel al equipo de profesores.
- Fiel a sus convicciones (porque ya tiene idea de cómo se vive la justicia, por ejemplo).
- Fiel a sus creencias, y no duda aunque alguien se ría de ellas.
- Fiel a la familia y a las responsabilidades que debe asumir en ella. Los encargos, los horarios, las tareas de ayuda a los otros hermanos…
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